El rostro de la mujer más antigua de la historia fue revelado al mundo por un grupo de científicos. Desde que el cráneo fue hallado, se creyó que se trataba de un varón.
Hace más de 140 años, en 1881, el arqueólogo austrohúngaro Josef Szombathy halló un cráneo en la cueva principal del sitio arqueológico de Mladeč, un pueblo de la República Checa. En ese entonces, se creyó que correspondía a un varón adulto. Más de un siglo después, sabemos que fue una joven, y la tecnología nos permitió ver el rostro de la mujer más antigua de la historia.
El error pudo ser corregido tras la comparación con las características de otros fósiles encontrados en el yacimiento. Estos revelaron que era el de una mujer que vivió durante el Auriñaciense, parte del período Paleolítico superior, y que murió alrededor de los 17 años, hace 31 mil años. Esto lo convierte en uno de los más antiguos encontrados en Europa.
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Así luce la mujer más antigua de la historia
El rostro de la mujer más antigua de la historia estaba incompleto. Desde que fue desenterrado, le faltaba la mandíbula inferior, los investigadores usaron donantes virtuales que sirvieran para la recuperación y la aproximación facial.
Mandíbulas humanas modernas llenaron los espacios en blanco a los que se enfrentaron los investigadores. Según el libro El enfoque facial forense del cráneo Mladeč, donde se documentaron los hallazgos, el cráneo tuvo mayor afinidad con grupos de asiáticos y brasileños.
“Tuvimos que reconstruir el cráneo y para eso usamos datos estadísticos de promedio y proyecciones extraídos de unas 200 tomografías computarizadas de humanos modernos y de excavaciones arqueológicas pertenecientes a diferentes grupos de población, incluidos europeos, africanos y asiáticos”, dijo Cicero Moraes, experto gráfico y uno de los coautores del libro, a Live Science. «[Esto] nos permitió proyectar regiones faltantes del rostro humano».
La afinidad con grupos de asiáticos y brasileños no es una evidencia definitiva de que sea parte de esos grupos de ancestros, menciona la investigación. Sino que existe una compatibilidad de la región del ojo y la nariz con los individuos de los grupos.
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Dos versiones de un mismo fósil
Los investigadores deformaron los huesos y el tejido blando de las tomografías computarizadas de un hombre y una mujer, para que coincidieran con la cara a la que buscaban aproximarse. Ambas aproximaciones convergieron en un resultado muy similar, reveló Cicero.
Los científicos crearon dos versiones de la aproximación facial del fósil Mladeč 1, como es conocido. Una sin pelo, con los ojos cerrados y con imágenes en escala de grises, y otra con pelo, con los ojos abiertos y en color.
La segunda versión, más subjetiva y artística, tiene detalles adicionales, como el color, el cabello y el vello facial, cejas y pestañas, lo que le da expresividad a la imagen.
“La imagen simple ilustra un enfoque más científico y la imagen compuesta, un enfoque más artístico. El primero ofrece una volumetría basada en datos y anatomía real y el segundo crea un símbolo popular, que funciona como señuelo para que cualquier interesado pueda crear una identificación empática con el individuo y pueda buscar más información”, menciona el trabajo científico.
En ambos casos, dependiendo del punto de vista, puede parecer un joven más delicado o una joven más robusta.
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