Cuando conoces un país lo haces a través de tus sentidos, pues con ellos percibes los aromas, aprecias las vistas y experimentas la esencia del lugar. Los viñedos son una excelente opción.
En este listado les presentamos cuatro destinos que tienen viñedos espectaculares:
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1. Texas, Estados UnidosEl estado de la estrella solitaria posee una vasta historia en la producción vinícola gracias a su clima seco y soleado. Los primeros viñedos fueron establecidos por misioneros españoles en la década de 1650 y, con el paso del tiempo, se expandieron hasta crear sus más de 4,400 hectáreas de tierras de cultivo.
Actualmente Texas es la quinta mayor entidad productora de vino en Estados Unidos.
Una de las principales ciudades para disfrutar las mejores cavas es Grapevine, a 10 minutos del aeropuerto de Dallas-Forth Worth, famosa por sus experiencias que aluden a la rica herencia local. Entre ellas destaca el tradicional Grapefest, la celebración más grande en su tipo en el suroeste del país, que festejó su trigésima primera edición con música, exhibiciones de autos italianos, platillos gourmet y concursos divertidos como pisado de uvas en barriles y lanzamiento de corchos. Y, aunque este evento ocurre en septiembre, todo el año se pueden disfrutar catas en las distintas bodegas situadas en la calle principal o en el viñedo Delaney. Durante la primavera es indispensable tomar el tren temático que ofrece excelentes degustaciones al ritmo del jazz.
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2. Baja California, México
En el municipio de Ensenada se encuentra la región vitivinícola más prolífica de México. Se trata del Valle de Guadalupe, un territorio del norte desértico con clima mediterráneo. La relación de esta zona con las uvas inició en 1834, con los frailes dominicos que fundaron la misión de Nuestra Señora de Guadalupe del Norte, quienes aprovecharon las características del lugar para iniciar el cultivo de vid, albaricoque, pera y olivo.
El estado de Baja California aporta 73% del vino nacional en México.
Hoy, estas 10,000 hectáreas de vides son uno de los puntos principales del turismo gastronómico y enológico en el estado, ya que cuenta con más de 65 vinícolas y varias botellas premiadas a nivel mundial.
Las catas están a la orden del día: es posible encontrar vino blanco, hecho con uvas chenin blanc, chardonnay, sauvignon blanc, entre otras, y tinto, como merlot, tempranillo o cabernet sauvignon. Además, cada ruta cuenta con restaurantes gourmet y tradicionales, galerías de arte, centros artesanales y diferentes opciones de hospedaje que van desde acampada hasta hoteles boutique.
Si visitas esta región durante agosto, celebrarás la temporada de cosecha con la Fiesta de la Vendimia, la cual acoge a más de 30,000 personas y cuenta con diversas actividades como catas, conciertos y verbenas.
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3. Provenza, Francia
Cerca de la Costa Azul de la Riviera francesa, existe una ruta circular que lleva al valle interior del departamento de Var.
Este es un territorio donde la belleza está teñida de viñedos, pueblos llenos de encanto, y toda esa calma que solo la Provenza sabe crear.
En la pequeña villa medieval, Les Arcs, comienza la ruta donde se podrá tener un primer contacto con los vinos de denominación Côtes de Provence, disfrútalos en el castillo, que no dejan otra opción que desear conocer el territorio de donde proceden.
A pocos kilómetros se encuentra el Château Sainte-Roseline, rodeado de viñedos y construído en el siglo XIV, ideal para probar sus vinos Cru Classé; además, se dan el lujo de decorar su iglesia con el arte de un tal Marc Chagall. Más adelante está Maison des Vins, un templo hedonista para probar los mejores vinos de esta región francesa: hasta 16 marcas de Côtes de Provence. Pero, como no solo de buenos caldos vive uno, continúa en la ruta para visitar una de las tres abadías cistercienses de la Provenza, Notre-Dame-du-Thoronet, activa desde 1175.
Lo siguiente es dejarse llevar por las carreteras D279 y D13 para conocer pueblos medievales como Cotignac o Entrecasteaux, y luego proseguir por la D31 para llegar a la localidad vitivinícola de Salernes, donde muchas de sus casas están decoradas con tejas vidriadas, arte que trabajan desde el siglo XVIII.
La carretera D51 te llevará a las cuevas trogloditas de Villecroze y luego a Tourtour, villorrio que obsequia un ambiente bohemio provenzal, ¡perfecto para probar más vinos!
Para iniciar el camino de regreso a Les Arcs, toma la carretera D77, pero antes has una escala en el Monastère Orthodoxe Saint-Michel du Var. La D10 lleva a Lorgues, pueblo al que se le da bien crear sitios para seguir degustando el encanto, y más vinos de la zona.
4. Mendoza, Argentina
Argentina es uno de los principales productores de vino en el mundo y, a su vez, uno de los países con mayor consumo per cápita. Esto se debe a que ocho de las 23 provincias son productoras y conforman más de 16 rutas del vino en el país; todas sus regiones tienen altitudes, suelos y climas distintos, lo que permite la diferenciación de cepas emblemáticas.
Un ejemplo se encuentra en la provincia oeste de San Juan, donde se producen excelentes shiraz, los supremos pinot noir de la región patagónica y los emblemáticos malbec de Mendoza que se producen en Maipú y Luján de Cuyo, dos departamentos de la zona norte.
Una región relativamente nueva es el Valle de Uno, ubicado a unos 100 kilómetros de la capital y muy cerca de las montañas más altas de los Andes. Sus vinos son famosos gracias a la gran concentración de frutas, sabores y aromas que les imprime la diferencia térmica entre el día y la noche. Otras regiones igual de interesantes están en la zona este, en los departamentos de San Martin y Rivadavia, así como en la zona sur de la provincia, donde se ubica la importante y conocida San Rafael. El asado, la amabilidad de su gente y los hoteles boutique que afloran entre los viñedos, son otros de los motivadores que aún atraen a los enófilos.
Sin duda, el mejor momento para recorrerlas es en la época de la vendimia, de marzo a abril, cuando muchas bodegas permiten participar en los trabajos cotidianos de la cosecha. Un verdadero espectáculo que enaltece el legado cultural del vino.
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Textos: Carlos Valerio Sánchez, Marissa Espinosa, Carlos Sánchez Pereyra, Alex Macipe