El Parlamento de Budapest, catalogado por muchos como el más hermoso de Europa, ha conquistado a turistas de todo el mundo.
Texto: Karen Alfaro
El río Danubio cruza, casi por la mitad, a la capital húngara. Este trazo muestra dos caras distintas de su historia unidas por el Puente de las Cadenas desde finales del siglo XIX, el cual no solo conectó dos ciudades independientes (Buda y Pest), sino que permitió el nacimiento de uno de los destinos más recurrentes en el itinerario de Europa.
Aunque hay innumerables opciones para visitar, una edificación que se yergue a orillas del río, en el lado de Pest, destaca por su magnificencia vista desde la antigua Buda.
El Parlamento de Budapest es probablemente la atracción más conocida de la ciudad, ya que sus 268 metros de longitud y 118 de ancho no le permiten pasar inadvertido.
Esta edificación es de estilo neogótico y luce espectacular a la luz del día.
Las cientos de luces amarillas que lo iluminan en la noche lo convierten en uno de los edificios más fascinantes para fotografiar a la luz de la luna en Europa, ya que reluce con los detalles de su interior hechos de mármol y oro.
El Parlamento de Budapest, además de ser el centro de la legislatura húngara y otras instituciones, fue emblema del poder económico del país durante la época de su construcción.
La construcción de este bello complejo arquitectónico inició en 1884 y terminó en 1902. El diseño estuvo a cargo del arquitecto Imre Steindl.
En aquella época este fue el Parlamento más grande del mundo. El arquitecto no pudo ver su obra terminada, ya que se quedó ciego unos meses antes de la inauguración.
Al interior, entre las estancias más imponentes destaca su lujosa escalera, rodeada por detalles dorados y cubierta por una fina alfombra roja; la cúpula de 96 metros de altura que guarda diversas estatuas de los reyes húngaros y objetos de la Corona, y la antigua Cámara Alta, cuya función original cesó para dar paso a la entrada de turistas curiosos (contrario al Consejo de los Diputados, el cual no permite acceso al público).
Este Parlamento es el tercero más grande del mundo, después del los de Rumania y Argentina. Adquiere tus entradas con anticipación en su página parlament.hu.
Existen visitas guiadas todos los días de la semana. Estas duran una hora aproximadamente y se puede hacer en varios idiomas, entre ellos en español. No dejes de visitar esta edificación que ha cautivado a turistas de todo el mundo.
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