Santorini es uno de los destinos turísticos más atractivos de Grecia. Estas islas son mundialmente famosas por sus aguas cristalinas, su arquitectura y montar burros para recorrer sus caminos escalonados. Por otro lado, también han crecido las denuncias, como de PETA, sobre el maltrato animal.
PETA denunció que los burros que pasean a los turistas son sometidos a largas jornadas de trabajo. Además, montan a personas con sobrepeso.
El grupo activista «The Donkey Sanctuary» («El Santuario de los Burros») explicó en su sitio web, en junio de 2018, que estaba «consternado» por las condiciones en que se mantenían a los burros. Estos animales están sufriendo lesiones en la columna vertebral.
«Los burros y las mulas se utilizan para transportar a los turista al casco antiguo de Firá. Son hasta más de 500 pasos. Por otro lado, existe un teleférico que ha estado operando durante décadas. Los dueños de los animales y las autoridades locales aún conservan la tradición de montar burros. Sin embargo, esto constituye una clara violación de las leyes griegas al bienestar animal», argumentó PETA.
Este 2018, Grecia ha prohibido a los turistas «con sobrepeso» montar burros en Santorini.
Las personas que deseen montar burros ahora tendrán que pesar menos de 100 kilogramos, o una quinta parte del peso corporal del burro.
Los animales «no deben cargarse con un peso excesivo en tamaño, edad o condición física», instruyó el Ministerio de Desarrollo Rural y Alimentación de Grecia. Aunado a esto, se determinó también que los dueños deben asegurarse de que los animales tengan acceso a suficiente agua, horas de descanso y protección contra el clima. “También debe haber materiales de desinfección en sus alojamientos y estaciones de trabajo.”
A pesar de esta nueva normativa, los activistas en defensa de los derecho de los animales indicaron a CNN que este gesto «no evitará el sufrimiento diario» soportado por los animales.
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