¡Los descubrimos! En las profundidades, los seres vivos generan su propia iluminación.
Los animales luminosos reflejan la luz azul que golpea una superficie y vuelven a emitirla como un color distinto, habitualmente verde, rojo o anaranjado. La biofluorescencia es una forma de bioluminiscencia, propiedad de los animales de producir luz propia mediante una serie de reacciones químicas o bien, sirviendo como huéspedes de organismos que emiten luz.
Una investigación reciente descubrió que más de 180 especies de peces y tiburones tienen estructuras cutáneas específicas que permiten la biofluorescencia.
Mucha gente no piensa en la importancia de la luz en el océano, donde el sol aporta solo una pequeña cantidad, dijo en una entrevista anterior John Sparks, curador de peces en el Museo Estadounidense de Historia Natural de la Ciudad de Nueva York. Sin embargo, en un ambiente tan oscuro, los animales deben recurrir a otros medios para generar luz y comunicarse entre sí.
El hecho de que tantos peces y tiburones sean biofluorescentes ?nos indica que usan la luz en formas que son invisibles para nosotros?, señaló Sparks.
?Es un mundo oculto que apenas ahora empezamos a descubrir?, dijo David Gruber, biólogo marino molecular de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, en una entrevista previa.
Asómate a ese mundo oculto en estas ocho fotografías de animales ?resplandecientes?:
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