Las plantas son más astutas de lo que creemos. Conoce cómo engañan a los insectos para que las polinicen no devoren sus hojas.
Las plantas solo se pasan el día luciendo lindas, ¿verdad?
Eso quieren que pienses.
Muchas orquídeas y otras plantas son grandes imitadoras, haciéndose pasar por insectos, animales, y hasta popó. Esos disfraces las protegen de herbívoros hambrientos, o ayudan en la polinización y dispersión de sus semillas; pero ¿Sabes por qué las plantas se camuflan? o ¿Cuáles plantas son maestras imitadoras, y por qué?
Orquídeas astutas
A las personas les gustan mucho las orquídeas, pero hay numerosos insectos que aman a las orquídeas; lo que se dice amar. Y es que no pueden resistir su atractivo.
Katy Prudic, entomóloga de la Universidad de Arizona dice que las orquídeas australianas del género Drakaea ?también conocidas como orquídeas martillo– llegan al extremo de la "perversión" por la manera como seducen a las avispas que las polinizan.
Estas orquídeas poseen un pétalo central (denominado labelo) que simula a las avispas hembras de la subfamilia Thynninae, hembra e incluso, despiden un sensual tufillo de avispa. Los despistados machos se precipitan sobre la flor para "copular" (en realidad es una pseudocopulación) con la supuesta hembra, literal y figuradamente.
Cuando el macho llega y se posa sobre la orquídea, el señuelo de hembra se yergue y ?martillea? al macho, empujándolo hacia la parte de la flor que contiene el polen. El insecto cubierto de polvillo vuela a la siguiente orquídea, y así lleva a cabo la tarea reproductiva de la planta.
Las orquídeas australianas Caleana major o pato volador son igualmente truculentas; y la orquídea mosca (Ophrys insectifera) es capaz de engañar a una avispa macho de la especie Mellinus arvensis para que se aparee con ella, porque su flor semeja el hermoso trasero de una hembra.
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Otra orquídea australiana, Chiloglottis reflexa, también tiene el aspecto y el olor de una avispa, pero va un paso más allá; o digamos, más abajo.
?Las avispas hembra no tienen alas y permanecen cerca del suelo cuando liberan feromonas?, explica Steven Handel, ecólogo evolucionista de la Universidad Rutgers, en un correo electrónico. Por esta razón, Chiloglottis reflexa crece cerca del suelo.
En experimentos publicados en la revista Oecologia, Handel y sus colegas hallaron que estas orquídeas cultivadas en lo alto no atraían a las avispas macho, posiblemente porque los insectos saben que las hembras no vuelan.
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Huevos de mariposa, ratones y? ¿excremento?
No obstante, las orquídeas y las flores no son las únicas que engañan.
Endémica de las Américas, la flor de la pasiflora ?tiene puntitos amarillos en sus hojas, los cuales semejan huevos de su depredador principal, las mariposas Heliconius?, informa Prudic.
Como las mariposas hembra no comparten sus sitios de desove con otras hembras, evitan las hojas que presentan estas manchas y así, las astutas hojas quedan a salvo de las orugas.
Hay una planta que se propaga disfrazando sus semillas.
Prudic señala que la planta sudafricana Rhodocoma capensis produce semillas que parecen excremento de antílope. Así atrae ?escarabajos peloteros, los cuales conducen las semillas a su nuevo hogar?.
Y según Prudic, algunos aseguran que Aristolochia watsonii, nativa del suroeste de Estados Unidos, ?imita las orejas de los ratones, por su forma y olor?, pues despide un aroma mohoso.
La entomóloga agrega que esta planta es polinizada por tábanos hematófagos ?que piensan lo mismo?. El insecto se interna en el conducto velloso y venoso de la planta, que ciertamente parece una oreja, tal vez creyendo que se dará un atracón de sangre, pero queda atrapado toda la noche hasta que es liberado la mañana siguiente, cubierto de polen.
Sí, claro. Como si jamás te hubieras levantado de la cama así.
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