El anfibio, que vive en la Floresta Nacional de Pau-Rosa, Brasil, obtuvo su nombre de una bestia alta y peluda que merodeaba la selva tropical.
Pedro Peloso escuchó a la nueva especie de rana antes de verla.
Su reclamo era ?bastante genérico? por cuanto toca a las ranas, pero resultó lo bastante intrigante para que siguiera el sonido directamente hasta un árbol de la Floresta Nacional de Pau-Rosa, un área protegida en el estado de Amazonas, Brasil.
El anfibio misterioso estaba demasiado arriba para, simplemente, levantar los brazos y atraparlo, de modo que Peloso se paró con mucho cuidado en su bote de pesca, tiró de las ramas, y descubrió una ranita de color amarillo brillante con patas anaranjadas.
?Jamás había visto algo así?, dijo Peloso, herpetólogo que divide su tiempo entre el Museo Estadounidense de Historia Natural, en Nueva York y el Museu Paraense Emílio Goeldi de Brasil.
Peloso le dio el nombre de Dendropsophus mapinguari, en honor a una bestia mítica de la selva tropical, conocida como ?mapinguari?. La leyenda del monstruo alto y peludo, con garras gigantes y una segunda boca en el vientre, probablemente se origina de avistamientos del perezoso gigante, una especie extinta de Sudamérica.
Por supuesto, el nombre no sugiere que la ranita de 22 milímetros de largo sea espeluznante; en realidad, la intención de Peloso era honrar la cultura de esa región del centro-norte de Brasil.
El nombre de la bestia
En 2009, Peloso viajó al parque nacional para catalogar tantos reptiles y anfibios como pudiera encontrar. Y el gobierno brasileño, que hacía poco había reservado la región, financió la expedición con la única finalidad de averiguar qué había en ella.
El grupo de Peloso recogió animales día y noche, poniendo trampas y explorando el río en pequeñas lanchas.
En solo un mes, el equipo encontró cuatro especies nuevas, incluida la rana monstruo.
Para confirmar que era nueva para la ciencia, Peloso examinó especímenes de varios museos y habló con expertos en herpetología de todo el mundo. También secuenció el ADN de su rana y lo comparó con otras Dendropsophus, y ese esfuerzo demostró que era un animal único, según el estudio publicado el 30 de abril en South American Journal of Herpetology.
?Los investigadores hicieron un trabajo muy meticuloso para documentar su hallazgo?, con descripciones físicas detalladas, y situando a las ranas, tentativamente, en un árbol evolutivo, dice Taran Grant, herpetólogo de la Universidad de São Paulo, quien no participó en el estudio.
Pariente murciélago
Por cierto, la nueva rana tiene una prima famosa, Dendropsophus ozzyi, la cual fue descubierta en la misma expedición. La llamada ?rana murciélago? emite un reclamo semejante al de los quirópteros, de allí que Peloso y sus colegas se inspiraran en el nombre de Ozzy Osbourne, quien arrancó de un mordisco la cabeza de un murciélago durante un concierto en 1981 (después, el músico dijo que creyó que era de goma).
Osbourne se sintió tan complacido con el nombre de la rana murciélago, que dio pases a uno de los descubridores del batracio para que lo visitara tras bastidores en un concierto reciente que ofreció en Brasil.
¿Hay más parientes célebres aguardando en el Amazonas? Peloso y Grant creen que sí.
?Lo especial de este hallazgo es que nada tiene de especial?, dice Grant.
?Hay muchas especies nuevas que ni siquiera hemos buscado?.