Hasta octubre, Florida no había registrado un solo ataque mortal de caimán en siete años.
El martes por la noche, un caimán atacó y arrastró a un niño en un resort de Disney en Florida, cobrando la vida del menor.
Mientras el parque cerró el acceso a sus lagunas y playas, los datos comprueban que es raro el ataque de un caimán. De hecho, el del martes sería el segundo ataque mortal de un caimán registrado en dos años en el estado de Florida.
Hasta octubre pasado, Florida no había registrado un solo ataque mortal por caimán en siete años, el periodo más largo desde que el estado comenzara a llevar un registro de dichos ataques.
En una conferencia de prensa celebrada el miércoles por la mañana, el alguacil Jerry L. Demings dijo que cerca de 50 oficiales del área de Orlando estaban registrando la laguna artificial Seven Seas del Grand Floridian para localizar al niño y al caimán, el cual fue descrito como un animal de entre 1.2 y 2 metros de largo. Se sabe que el niño y su familia habían estado en una playa arenosa a orillas de la laguna cuando el reptil lo arrastró. Los padres, presuntamente, entraron en el agua para tratar de rescatar a su hijo.
Funcionarios registraron los terrenos de Disney en busca del niño y el caimán.
A pesar de la prevalencia de caimanes en Florida, las posibilidades de que un animal te muerda son minúsculas: la Comisión de Pesca y Conservación de la Vida Silvestre de Florida calcula que la probabilidad de que un residente del estado resulte gravemente herido por un caimán, en un incidente no provocado, es de aproximadamente 1 en 2.4 millones.
Entre 1948 y abril de 2016, Florida ha registrado 383 incidentes en los que un caimán salvaje ha mordido a una persona causando lesiones suficientes para ameritar primeros auxilios, según una base de datos que opera la Comisión. Dicha base de datos no incluye incidentes en que los humanos manipularon o acosaron a los caimanes.
De esos 383 incidentes, 257 fueron clasificados como ?mordeduras graves?, lo que significa que requirieron atención médica ulterior a los primeros auxilios. De las 257 mordeduras graves, 23 fueron mortales, bien debido directamente al ataque del caimán o por infecciones secundarias. De los ataques mortales, 15 ocurrieron mientras la víctima nadaba, practicaba buceo de superficie, o vadeaba en las orillas de un cuerpo de agua.
Solo se ha confirmado una fatalidad desde 2008: un hombre de 61 años muerto en octubre de 2015, mientras practicaba buceo de superficie en el Parque Estatal Blue Spring de Orange City, Florida.
Los caimanes son carnívoros oportunistas que prefieren atacar presas disponibles y fáciles de someter. Los reptiles no suelen atacar más que para obtener alimento, y rara vez persiguen seres humanos.
De hecho, los caimanes suelen temer naturalmente a los humanos, pero pueden perder ese temor ?y asociar a los humanos con comida- cuando las personas los alimentan. Por ese motivo, es ilegal alimentar a los caimanes salvajes en el estado de Florida.