No sobra sin embargo aplicar medidas de seguridad. Conócelas.
Un nuevo estudio afirma que, si bien se ha incrementado la cifra declarada de ataques de tiburones en todo el mundo, el riesgo individual de sufrir una mordedura de tiburón se ha desplomado.
Investigadores de la Universidad de Stanford hallaron que las posibilidades de ataques de grandes tiburones blancos en aguas californianas cayeron 91 por ciento entre 1950 y 2013.
El equipo de Stanford comparó el registro de mordeduras de escualo contra datos de la actividad humana en el océano de California y calculó que, en 2013, la probabilidad de que un nadador fuera mordido por un tiburón blanco era de solo 1 en 728 millones. Por otra parte, la probabilidad de los surfistas ?grupo de mayor riesgo- fue de 1 en 17 millones, en tanto que los buzos alcanzaron una probabilidad de 1 en 136 millones.
Eso significa que los bañistas tienen casi 7,000 veces más probabilidades de parar en un hospital a causa del síndrome de descompresión rápida y 1,800 veces más probabilidades de ahogarse que de sufrir la mordedura de un tiburón. (Lee: Grandes tiburones blancos rodean a surfistas)
Entonces, ¿por qué han aumentado los informes de ataques? Porque mas personas nadan en el mar. La población costera de California se ha triplicado desde 1950, de 7 millones a 21 millones de habitantes. Eso se traduce en cientos de miles de surfistas, nadadores y buzos adicionales.
?Hemos registrado un reciente incremento de ataques de tiburones en algunas áreas, como Carolina del Norte y Australia Occidental, pero hay que considerar la cantidad de personas que van al mar y la intensidad del uso oceánico?, informa Francesco Ferretti, científico de la Estación Marina Hopkins de Stanford y codirector del estudio publicado el jueves en la revista Frontiers in Ecology and the Environment.
Los resultados de la investigación ?son consistentes con lo que he observado en términos de ataques de escualos a nivel mundial?, afirma George H. Burgess, director de International Shark Attack Files, en el Museo de Historia Natural de Florida.
Burgess, quien no participó en el nuevo estudio, agrega que es difícil calcular el tiempo real que la gente pasa en el agua, aunque cree que los análisis de otros sitios también apuntan a que ?los nadadores tienen menos probabilidades individuales de sufrir un ataque, porque hay mucha más gente en el agua?.
¿Hay más tiburones en el agua?
Es indiscutible que el gran tiburón blanco y otras especies de escualo empiezan a recibir más protección en América del Norte y que sus poblaciones podrían estar recuperándose después de años de sobrepesca. No obstante, Ferretti señala que el discreto repunte es mínimo comparado con el incremento de bañistas.
Se calcula que la matanza anual de tiburones, en todo el mundo, asciende en unos 100 millones de ejemplares, y muchas especies ya se encuentran en peligro. Pero cazar animales para reducir el número de ataques ?es muy costoso y no aumenta la seguridad del público?, agrega. ?Y además, los sacrificios selectivos no matan solo a los tiburones que representan un verdadero peligro para las personas?. Por el contrario, acaban con muchos otros escualos que son eminentemente migratorios.
Una mejor estrategia consiste en fomentar un uso más seguro del mar, como abstenerse de nadar con heridas abiertas u objetos plateados (que atraen tiburones), evitar aguas oscuras o turbulentas, mantenerse alejados de colonias de focas, permanecer cerca de la playa y estar atentos a las temporadas. Por ejemplo, casi todos los ataques en California ocurren en octubre y noviembre, cuando los depredadores rondan la costa en busca de presas.
Si usa el sentido común, cualquiera puede disfrutar del mar y evitar encuentros peligrosos con tiburones, asegura Ferretti, añadiendo: ?Los tiburones vivos son muy importantes para el equilibrio del mar?, pues controlan las poblaciones de otras especies y eliminan animales enfermos o muertos.
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