El modesto melomys de Cayo Bramble ha desaparecido de su isla en la Gran Barrera de Coral.
Un pequeño roedor que vivía solamente en una isla frente a la costa de Australia podría ser el primer mamífero del mundo que sucumbe al cambio climático, anunció un informe científico esta semana.
Según los investigadores, parece que el melomys de Cayo Bramble (Melomys rubicola) desapareció de su hogar en el Estrecho de Torres, al oriente de la Gran Barrera de Coral. Un pescador vio por última vez al animal en 2009, pero intentos fallidos para capturar un ejemplar, a fines de 2014, llevaron a los científicos a concluir que probablemente se ha extinguido.
También llamado rata cola de mosaico, el roedor debe su nombre a su hogar en Bramble Cay (Cayo Bramble), una pequeña isla que se alza no más de 3 metros sobre el nivel del mar.
Los europeos descubrieron a las ratas en aquella isla en 1845, y para 1978 aún había varios cientos de ellas. Sin embargo, desde 1998, la zona del cayo que se levanta sobre la marea alta se ha reducido de 4 hectáreas a solo 2.5 hectáreas, de modo que la vegetación ha ido disminuyendo, y los roedores han perdido alrededor de 97 por ciento de su hábitat.
?El principal factor causal de la extirpación de esta población fue, casi sin duda, la inundación oceánica en las zonas bajas del cayo, muy probablemente en múltiples ocasiones durante la última década, lo cual provocó una pérdida drástica de hábitat y quizás también la mortandad directa de individuos?, escribió el equipo dirigido por Ian Gynther, del Departamento de Medio Ambiente y Protección del Patrimonio de Queensland.
?En islas de poca elevación, como Bramble Cay, los efectos destructivos de los niveles de agua extremos resultantes de eventos meteorológicos severos, se agravan por el impacto de la crecida del nivel del mar precipitado por el cambio climático antropogénico?, añaden los autores.
Entre 1901 y 2010, el nivel del mar ha aumentado casi 20 centímetros en todo el mundo, una tasa sin precedentes en los últimos 6,000 años. No obstante, en las inmediaciones del Estrecho de Torres, el nivel ha crecido casi el doble del promedio mundial entre 1993 y 2014.
Por consiguiente, este pequeño mamífero es solo el primero de muchas especies que encaran un riesgo significativo debido al calentamiento climático, previenen los autores.
?Sabíamos que habría un primero, pero esta noticia no deja de ser impactante?, dice Lee Hannah, científico principal en biología de cambio climático, en la organización Conservation International.
Hannah ha publicado trabajos donde sugiere que una de cada cinco especies podrían estar en riesgo debido al cambio climático. Las más amenazadas viven en islas pequeñas y montañas, ya que tienen pocos lugares donde refugiarse cuando cambian las condiciones, señala.
?Sin duda algunas especies se beneficiarán con el cambio climático, pero la mayoría verá reducidos sus territorios?, agrega Hannah.
Sin embargo, dice, todos podemos colaborar para mitigar los impactos más graves, por ejemplo, diseñando áreas protegidas que puedan adaptarse al clima cambiante, reubicando la fauna silvestre según sea necesario, y reduciendo las emisiones de gases de invernadero.
?Estas especies podrían salvarse?, asegura.