La peor temporada de incendios desde 1997 ha destruido el hábitat de los orangutanes, dejándolos expuestos a los cazadores furtivos.
Los orangutanes en peligro de extinción de Indonesia luchan por sobrevivir a incendios que destruyen los bosques y despiden peligroso calor y columnas de humo por todo el país.
Indonesia sufre la peor temporada de incendios desde 1997, precipitada por sequías y los efectos de El Niño. Han muerto al menos 19 personas y medio millón ha enfermado debido al aire contaminado por miles de fuegos. Se han quemado más de 20 mil kilómetros cuadrados de bosques, una superficie más extensa que el estado de Nueva Jersey. (Lee: Humo de incendios mata a cientos de miles de personas)
Los incendios también están causando graves daños ambientales, emitiendo cada día más dióxido de carbono que toda la economía estadounidense.
Hace poco, Tim Laman, fotógrafo de National Geographic, pasó 10 días documentando el impacto del fuego en los habitantes y los emblemáticos orangutanes del interior de Borneo. Pese a que Laman usó una máscara durante todo el viaje, todavía padece de irritación pulmonar.
?Una densa bruma de humo cubre gran parte de la isla y la situación es realmente insalubre para los habitantes?, dice el fotógrafo.
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Muchos incendios iniciaron de manera intencional, cuando campesinos que trataban de despejar sus campos quemaron los restos de cultivos del año pasado y los fuegos se salieron de control. Otros comenzaron en concesiones otorgadas a grandes plantaciones de palmas de aceite y otros intereses agrícolas, pese a que la quema de esas tierras es ilegal bajo la legislación indonesia. En algunos casos, el suelo de los bosques de turba se encendió y ese material puede arder durante días, ocasionando la caída de árboles.
A consecuencia del calor y el alboroto, los orangutanes están abandonando los bosques y se dirigen a los ríos y otros cuerpos de agua. Esto los vuelve vulnerables a los cazadores furtivos o puede causarles dificultades para hallar alimento, pues están acostumbrados a recorrer extensos territorios en busca de frutas.
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