Un equipo de paleontólogos de China, Estados Unidos, Canadá y Escocia han descubierto un fósil de una tortuga, que no tenía caparazón, que vivió hace 228 millones. Los restos de este animal fueron hallados en la provincia de Guizhou, en el suroeste de China. «Tiene el aspecto de una tortuga pero no tiene caparazón ni en la parte dorsal ni en la parte ventral», señaló Nicholas Fraser, curador de ciencias naturales en el Museo Nacional de Escocia, a BBC Mundo.
Esta especie, recién descubierta, medía aproximadamente 10 metros de largo y la parte anterior de las mandíbulas se convertía en un pico, muy característico de las tortugas actualmente. Esta información la describió a los medios el paleontólogo Olivier Rieppel, del Museo Field de Historia Natural, de Chicago. Los resultados de los estudios fueron publicados en la revista “Nature”.
Este reptil prehistórico ha sido bautizado como Eorhynchochelys sinensis, que significa «Tortuga china del amanecer con un pico».
«Hay una estructura básica presente y las costillas se extienden a ambos lados en forma característica. Pero no se desarrolló ni el plastrón, como se llama a la parte ventral del caparazón, ni el espaldar, que es la parte dorsal. Aunque sí está desarrollado el hocico característico con su pico”, agregó Fraser. Sin embargo, es importante aclarar que algunos fósiles de tortugas primitivas sí tenían caparazones.
«El cráneo de esta Eorhynchochelys sinensis aclaró el misterio de que las tortugas no tienen relación con los reptiles anápsidos tempranos, sino que están relacionadas directamente con los reptiles diápsidos evolutivamente más avanzados», explicó Rieppel.»Esto está consolidado y el debate ha terminado», agregó.
Las tortugas no siempre tuvieron caparazón.
Así se habría visto esta especie llamada Eorhynchochelys sinensis.
Foto: YU CHEN IVPP
«La evolución de las tortugas no fue una simple acumulación gradual de características, sino un proceso mucho más complejo», señaló Fraser a BBC Mundo.