Las razas caninas actuales fueron criadas por el hombre, propiciando ciertas características que demandan mayor atención.
Parece que poca gente sabe que los perros necesitan cuidados. "Algunas personas creen que un perro puede ocuparse de su propio aseo y que todo lo que su dueño quiera hacer adicional para su mascota solo sirve para una óptica más bonita", dice la experta en zoología Ute Klein.
Es un hecho que todas las razas caninas actuales fueron criadas por el hombre y que por ello determinadas propiedades como un pelo rizado muy largo u orejas caídas fueron el resultado de métodos de cría. Como consecuencia, los perros necesitan hoy otros cuidados que antes.
"Por ejemplo, las razas de pelo muy largo y lanoso, especialmente, pueden tener problemas cuando cambian de piel", dice el experto en perros Udo Kopernik. La causa no solo es un volumen de pelo muy grande como resultado de la cría, sino también el hecho de que ya no pueden quitar el pelo situado directamente en la piel como hacían sus antepasados frotando la piel contra arbustos y árboles mientras vagaban por la selva. Y la piel no es la única zona problemática: tampoco las uñas de los perros que viven en casas se van gastando suficientemente. Además, las orejas caídas pueden ensuciarse más y los dientes ya no se limpian por sí solos comiendo pienso.
Si los perros no reciben los cuidados necesarios, no solo su aspecto externo se resiente. "Un déficit de cuidados a la larga también puede perjudicar la salud del animal", explica la veterinaria Astrid Behr. Las consecuencias pueden ser sarro y parodontosis cuando no se cuidan suficientemente los dientes, infecciones de los lechos ungueales cuando las uñas crecen demasiado o eccema y afecciones parasitarias cuando la piel no está cuidada.
El tipo de cuidado que necesita un perro depende de factores como la raza, la estructura de la piel y la edad, así como de las condiciones de vida del animal. Sin embargo, algunas cosas son importantes para todos los cuadrúpedos. El pelo del perro es lo que más cuidados exige: los más importante es cepillarlo con frecuencia. "La frecuencia depende del tipo de piel. Por ejemplo, las razas de pelo corto como el bóxer solo necesitan ser cepilladas una o dos veces a la semana, mientras que los perros de pelo largo como el bobtail deberían ser cepillados y además peinados diariamente", recomienda Kopernik.
El objetivo es quitar la suciedad, el pelo muerto y superfluo y evitar que el pelo se enrede. Además, puede ser necesario recurrir de vez en cuando a las tijeras o a una máquina de cortar si el pelo del perro se enmaraña. "Además, hay razas caninas que necesitan ser esquiladas cada tantos meses. Este procedimiento, que consiste en arrancar cuidadosamente el pelo muerto, es necesario aplicarlo a terriers, por ejemplo".
Un baño de vez en cuando también es recomendable. No quiere decir que sea necesario meter al perro en la bañera: basta con que el animal se tire a un río o a un lago. Un baño con champú solo es necesario cuando el cuadrúpedo está muy sucio, huele fuerte o tiene problemas cutáneos. "Bañar al perro con champú puede dañar la capa protectora de la piel y resecarla. Por esto, es importante que un baño con champú sea la excepción y que se use un champú grasiento apto para perros", explica Behr.
Además de la piel, los dueños de perros deberían cuidar con cierta frecuencia las patas de sus animales. Lo mejor es revisar el pulpejo para averiguar si hay desgarros y cortes o objetos extraños. Además, en invierno puede ser conveniente untar una crema superhidratante en los pulpejos para impedir que estos se resequen. "También es recomendable inspeccionar las uñas y, de ser necesario, cortarlas", dice Klein. Sin embargo, los dueños poco expertos deberían dejar este trabajo en manos de un veterinario o cuidador de perros.
El cuidado del perro es perfecto cuando también se dedica atención a los ojos, los oídos y los dientes. En cuanto a los ojos, es suficiente ver si están bien y eliminar de vez en cuando la secreción ocular con agua caliente. Los oídos conviene inspeccionarlos una o dos veces a la semana. Se trata de quitar los pelos sobrantes y con la ayuda de un trapo limpiar los conductos auditivos de cera.
Por último la dentadura: para evitar que se formen placas y que aparezca sarro o una parodontosis, es necesario limpiar con cierta frecuencia los dientes, subraya Behr. Esto se puede hacer con productos especiales para masticar o con un cepillo de dientes para perros y pasta dental canina.