Los pulpos hablan y pelean así

El pulpo tenebroso envía señales a sus rivales para comunicar que está dispuesto a luchar o a escapar.

Se yergue, extiende sus tentáculos, cambia de color. Así es como un pulpo declara la guerra.

Hasta hace poco, los científicos creían que estos habitantes del mar no se comunicaban mucho entre sí. Más aun, pensaban que los pulpos ?criaturas solitarias, excepto durante el apareamiento- cambiaban el color y la textura de su piel solo para camuflarse.

Sin embargo, nuevas evidencias de video sugieren que, por lo menos, una especie ?el pulpo común de Sídney (Octopus tetricus)- envía señales a sus rivales para comunicar que pretende pelear o emprender la retirada.

El biólogo marino, David Scheel y sus colegas de la Universidad Alaska Pacific captaron las escenas frente a la costa suroriental de Australia: primera prueba de que los pulpos que pelean manifiestan sus intenciones a los rivales. (Lee: El idioma de los delfines)

Vivir para combatir otro día

También conocido como pulpo tenebroso, se pensaba que el pulpo común de Sídney era muy independiente: de hecho, cuando se reúnen para aparearse, la hembra a menudo devora al macho después de consumar el acto.

Por esa razón, los investigadores se sorprendieron al observar que los animales de su sitio de investigación parecían interactuar con regularidad.

?La expectativa era que, cuando dos pulpos interactuaran, el más grande se comiera al más pequeño?, dice Scheel, quien presentó sus resultados finales durante una conferencia reciente de Animal Behavior Society en Anchorage, Alaska.

?No obstante, si los pulpos se encontraban rutinariamente, era imposible que practicaran el canibalismo en cada oportunidad?.

Por el contrario, la lógica dictaba que los pulpos tenían que comunicarse para escalar o evitar conflictos, y eso es justo lo que el equipo descubrió.

Scheel y sus colegas presenciaron numerosas interacciones agresivas entre los animales, desde alargar los tentáculos hacia otros pulpos hasta persecuciones y forcejeos. Pero de todos los incidentes, solo una fracción resultó en auténticos combates.

El equipo de investigadores observó que, a fin de comunicar sus intenciones, los pulpos utilizaban un conjunto de conductas para impresionar: extendían los tentáculos, se erguían, desplegaban el manto (la estructura que sostiene sus vísceras) para formar una cresta sobre los ojos, y trepaban sobre objetos.

Además, según su conducta, los animales también cambiaban de color: los pulpos agresivos se vuelven más oscuros, en tanto que los animales que pretenden huir adquieren una tonalidad mucho más clara.

?Si un pulpo anuncia que se aproxima sin intenciones de retroceder y el otro da señales de que va a huir, la interacción puede terminar en ese momento?, explica Scheel.

?Pero cuando ambos comunican que no van a retroceder, esos [incidentes] tienden a escalar?.

Combatir o correr

Este lenguaje corporal puede presentarse en muchas otras especies de pulpos, comenta Christine Huffard, técnica senior de investigaciones en el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey, Estados Unidos, quien no participó en el estudio.

?Me encantaría que se investigara este fenómeno en otras especies de pulpos salvajes, y que también se estudiaran los mecanismos que lo producen?, dice Huffard. ?Es difícil saber si se trata de una respuesta intencional o fisiológica. Un ejemplo es el rubor. No decimos, ?Cuerpo, anuncia a esta persona que estoy avergonzada?. Es algo que, simplemente, sucede?.

Huffard concuerda con Scheel y sus colegas en que es probable que los pulpos se comuniquen para evitar batallas costosas.

Cuando los animales pelean, casi siempre gana el más grande.

?Y si sabes, desde el principio, que probablemente perderás o no estás dispuesto a perder una extremidad, más vale que digas a tu oponente que no quieres pelear?.

Recomendamos: Fotos de batallas entre animales