La muerte de Nola ocurrida el 22 de noviembre aumenta la presión para salvar la rara subespecie.
Al fallecer hace unos días uno de los últimos cuatro rinocerontes blancos del norte, crece el temor de que la subespecie esté condenada a la extinción.
Tras una serie de enfermedades, el domingo 22 de noviembre el personal del Zoológico de San Diego tomó la decisión de practicar la eutanasia a Nola, una hembra de 41 años. Los veterinarios estuvieron tratando a la rinoceronte por una infección bacteriana y hace poco la operaron para drenarle un absceso, pero el estado de Nola empeoró.
?Es una pérdida dolorosa para el personal que trabajó con ella; para nuestros voluntarios y visitantes, y para su especie en todo el mundo?, escribió el zoológico en su página Facebook, donde dio la noticia. ?El legado de Nola vivirá por siempre, pues su muerte deja solo tres rinocerontes blancos del norte en el planeta?, añadió la institución.
En estado salvaje, la expectativa de vida de los rinocerontes es de 35 a 40 años. Nola llegó al Zoológico de San Diego en 1989, procedente de un zoológico de la actual República Checa. Solo quedan otros tres rinocerontes blancos del norte (Ceratotherium simum cottoni), todos en la Reservación Ol Pejeta de Kenia, donde están protegidos continuamente por guardias armados debido a la intensa presión de la caza furtiva.
En julio, otra hembra de la subespecie, llamada Nabiré, murió en un zoológico checo.
Se considera que los tres rinocerontes restantes (dos hembras y un macho) son demasiado viejos para reproducirse naturalmente. Por ello, los científicos han cosechado células sexuales de estos individuos y pretenden utilizar la fecundación in vitro en una rinoceronte blanco del sur como un último recurso para salvar a la subespecie del norte. No obstante, dicho esfuerzo podría demorar más de una década.
Decadencia acelerada
Las poblaciones de rinocerontes de Asia y África han sufrido desde hace décadas debido a la pérdida de hábitats y la caza furtiva, instigada sobre todo por la demanda de cuernos como ingrediente de muchas medicinas tradicionales asiáticas (que los científicos occidentales afirman que no funcionan).
En una época, el rinoceronte blanco del norte fue bastante numeroso en África central, con poblaciones que abarcaban desde el sur de Chad hasta la República Democrática del Congo. Sin embargo, sus cifras se desplomaron drásticamente, de más de 2,000 en 1960 a solo 15 individuos en 1984.
Igual que sus parientes del norte, el rinoceronte blanco del sur pasó por periodos de decadencia y a principios de siglo, solo quedaba un puñado de individuos. Pero los esfuerzos de conservación del gobierno sudafricano han permitido que la población se recupere a unos 20,000 animales, gracias a programas de reproducción, reubicación y cacería deportiva controlada la cual, aunque muy controvertida, ha propiciado que algunos terratenientes críen estos animales.
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