Muere raro rinoceronte blanco. Solo quedan cuatro en el mundo.

El fallecimiento de la hembra de 31 años en un zoológico checo proyecta oscuras sombras sobre el futuro de la subespecie del rinoceronte blanco del norte.

Nabiré, una rinoceronte blanco del norte, murió este lunes en un zoológico checo, dejando solo cuatro ejemplares vivos de esta subespecie en todo el mundo. Y su panorama es muy lóbrego: solo queda un macho que, con 42 años, ya no es capaz de procrear.

Según la declaración del Zoológico Dv?r Králové, la hembra de 32 años falleció por complicaciones del estallamiento de un gran quiste. Se calcula que el promedio de vida de los rinocerontes blancos oscila de 40 a 50 años.

?Es una pérdida terrible?, expresó el director P?emysl Rabas, durante la declaración. ?Su especie se encuentra al borde mismo de la extinción?.

Los animales restantes, todos en cautiverio, incluyen una hembra del Zoológico de San Diego, así como dos hembras y un macho en la Conservación Ol Pejeta de Kenia.

Decadencia acelerada

Desde hace décadas, las poblaciones de rinocerontes de Asia y África han sufrido a causa de la caza furtiva, motivada sobre todo por la demanda de cuernos que son un ingrediente clave en muchas medicinas tradicionales asiáticas, informa la organización no lucrativa WWF. Sin embargo, la pérdida de hábitat es otro factor importante en su desaparición.

Alguna vez, la subespecie del rinoceronte blanco del norte fue muy numerosa en toda África central, con poblaciones que abarcaban desde el sur de Chad hasta la República Democrática del Congo. No obstante, sus cifras declinaron aceleradamente, de más de 2,000 en 1960 a solo 15 individuos en 1984.

Igual que sus parientes del norte, el rinoceronte blanco del sur pasó por periodos de decadencia y a principios de siglo solo quedaban unos pocos, informa Kathleen Garrigan, portavoz de African Wildlife Foundation, grupo de Washington D.C. que trabaja por la protección de los animales africanos.

Los esfuerzos de conservación del gobierno sudafricano han contribuido a la recuperación de la subespecie, que ahora tiene una población saludable de unos 20,000 animales. Esos esfuerzos incluyen reproducción y reubicación de rinocerontes, así como cacería deportiva controlada, lo que ha estimulado a los terratenientes a cuidar de los animales, explica Garrigan.

En cambio, el rinoceronte blanco del norte no ha corrido con la misma suerte. La subespecie ?desaparecía frente a nosotros?, prosigue Garrigan, ?y no nos dimos cuenta hasta que fue demasiado tarde?.

Esfuerzos desesperados

Nabiré era una de solo cuatro rinocerontes blancos del norte nacidos en cautiverio y las dificultades para reproducir más animales han sido enormes.

La reproducción natural ya no es opción, pues tres de los animales restantes son ancianos y una hembra tiene problemas uterinos que seguramente le impedirán llevar a término la gestación. En consecuencia, la fecundación in vitro en el laboratorio es una de las últimas esperanzas para esta subespecie.

A lo largo de su vida, Nabiré padeció de graves quistes uterinos y en una ocasión, los científicos hicieron un intento fallido para obtener óvulos del ovario izquierdo sano.

Al morir, expertos del zoológico retiraron inmediatamente dicho ovario y lo transportaron a un laboratorio especializado, en Italia, para realizar investigaciones ulteriores y trabajos de reproducción.

Otra opción que permitiría conservar ?al menos, parcialmente- el material genético de la subespecie, consistiría en reproducir a las restantes hembras blancas del norte con machos blancos del sur.

?Todos están buscando una nueva opción?, dice Garrigan.

Pero, en general, la muerte de Nabiré ?nos recuerda que debemos prestar atención a las otras especies salvajes?, prosigue, ?y redoblar esfuerzos para asegurar su supervivencia?.

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