Declarada como árbol nacional de Colombia en 1985, la palma de cera se sostiene como símbolo de resistencia
Fabián Sanabria es antropólogo y doctor en sociología. Para Señal Colombia, el especialista explica que la palma de la cera se caracteriza por su capacidad de persistir y durar. Por ello, en 1985, fue declarada como el árbol nacional de Colombia.
Por mucho tiempo, se tuvo la idea de que la palma de cera era el árbol más grande del mundo. Su majestuosidad ha llamado la atención de botánicos que se sienten atraídos por este ser que crece en condiciones poco comunes para una palma.
Los conflictos armados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) complicaron, en su momento, la investigación de la palma de cera, ya que parte de su hábitat estaba controlada por estos grupos. En la actualidad, luego de firmar un acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc, los científicos han tenido mayor libertad para conocer este recóndito árbol cuya supervivencia se ve amenazada.
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El gigante de los Andes colombianos
La palma de cera fue descubierta por Alexander Von Humboldt y Aimé Bonpland en 1801. Ambos científicos se habían dado a la tarea de recorrer diferentes regiones de Colombia en busca de nuevos elementos de flora y fauna. En esa travesía, los dos dieron con esta especie de palma que inmediatamente los cautivó por su gran tamaño.
En efecto, la palma de cera alcanza alturas poco comunes, no solo para una palma, sino para cualquier otro tipo de árbol. El Observatorio Ambiental de Bogotá indica que esta planta, fácilmente, llega a los 60 metros y, en ocasiones, hasta los 80. Además, puede vivir hasta 200 años.
Esta palma se distribuye en diferentes zonas de la región Andina de Colombia. El mayor número de ejemplares conservados están en Tolima. Otras áreas habitadas por la palma de cera, según la base de datos Naturalista, son el Valle de Cocora, el Valle del Cauca y Caldas.
El tronco de este árbol es liso y cilíndrico, como el de muchas otras palmas. La peculiaridad reside en que éste se encuentra cubierto de cera, de ahí el nombre. El Observatorio Ambiental de Bogotá señala que los frutos son drupas que se producen en forma de racimo.
Palma de cera: el símbolo nacional amenazado
Antiguamente, la cuenca del río Tochecito era un lugar de difícil acceso para los investigadores. Esta zona es rica en elementos de la palma de cera, sin embargo, no podía ser explorada con facilidad debido al dominio que ejercían sobre estas tierras las Farc.
Irónicamente, la situación anterior hizo que las palmas de cera, de esa parte del país, no se vieran expuestas a las actividades agrícolas que han mermado poblaciones de este árbol en otros lados. En 2016, 13 mil miembros de las Farc dejaron el Tochecito, luego de frimar un acuerdo de paz con el gobierno colombiano. Esta decisión abrió el camino a la minería y a algunas actividades del campo que dañan la subsistencia de la palma de cera.
La palma de cera ha disminuido su número debido a diversas cuestiones. Un problema es el ganado, ya que sus miembros suelen alimentarse de la palma, lo cual afecta, incluso, la propagación de este árbol. También, están los grandes proyectos mineros, los cuales dificultan la debida conservación.
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Otra situación que ha resultado perjudicial para la supervivencia de la palma de cera es el uso que se le da a sus hojas con fines religiosos. Cada año, con motivo de la celebración de Semana Santa, se suelen ocupar estas partes para las diversas representaciones, afectando así no solo al árbol, sino, de igual modo, a algunas aves.
Hacia la conservación de la palma de cera
La tala de este árbol está prohibida. En 2012 un grupo de científicos desarrollo una iniciativa para proteger a varios miembros de la palma de cera en Salento, ya que esta zona se ve afectada por las tres actividades descritas. A pesar de que ha resultado difícil recibir apoyo para estas campañas, la comunidad científica no ha perdido de vista la importancia de preservar este icónico árbol colombiano.
Más allá de ser el árbol nacional de Colombia, que atrae a miles de turistas, la palma de cera es un elemento clave de su ecosistema. Los frutos que produce alimentan a una gran variedad de insectos, aves y mamíferos. En adición, esta enorme planta ayuda a regular el clima.
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