El último macho de rinoceronte blanco que quedaba en el mundo murió dejando solamente a dos sobrevivientes de su subespecie. El rinoceronte llamado Sudán tenía 45 años de edad y murió debido a complicaciones ocasionadas por una infección.
El último rinoceronte blanco del norte que quedaba en el mundo, un macho llamado ?Sudán?, murió dejando casi extinta su especie. Solamente sobreviven dos hembras de rinoceronte blanco del norte: Najin y Fatu, hija y nieta de Sudán, respectivamente.
Sudán, de 45 años, sufrió una infección en su pata derecha que le impedía ponerse de pie. El pasado 19 de marzo, el personal de la reserva Ol Pejeta junto con un veterinario del zoológico Dvur Králové y el Servicio de Conservación de la Fauna Keniana (KWS), decidieron someter al rinoceronte a una eutanasia para evitarle más sufrimiento.
Su edad equivalía a 90 años de los seres humanos. Además de la infección, Sudán estaba siendo tratado por alteraciones degenerativas en sus músculos y huesos, sumado a amplias heridas en la piel.
La cacería furtiva de estos animales contribuyó a su extinción, ya que sus cuernos se pagan a precios superiores al oro en el mercado asiático debido a supuestas propiedades curativas y afrodisíacas.
Historia de un sobreviviente
El rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simum cottoni) de nombre Sudán nació en 1973 en Shambe, Sudán del Sur, en una época en la que quedaban unos 700 ejemplares de su especie, según AFP.
En esta década consiguió sobrevivir a la extinción de su especie al ser trasladado junto con otros seis rinocerontes al zoológico Dvur Králové, en la República Checa y en donde vivió hasta 2009. Allí logró reproducirse y engendró dos hembras, Nabire, que murió en 2015, y Najin que aún sobrevive.
En 2008 esta subespecie fue declarada extinta en la naturaleza. Y actualmente está clasificado como especie en peligro crítico de extinción por la UICN.
Sudán fue trasladado en 2009 de nuevo a África a la reserva Ol Pejeta en Laikipia, Kenia, donde vivía acompañado de las otras dos hembras sobrevivientes de su especie y vivía protegido por un guardia armado las 24 horas del día, pues por ser el último rinoceronte blanco del norte del mundo, llamó la atención de varios cazadores furtivos.
Sudán, la esperanza de su especie
La esperanza con la que cuentan los conservacionistas para que la especie no se extinga es la reproducción asistida. Sudán ya era demasiado viejo para aparearse y la fecundación artificial nunca se había hecho con rinocerontes. El futuro de esta subespecie sigue siendo un misterio, aunque se ha guardado el semen de Sudán para intentar inseminar con él a su propia descendencia. Al ser un método que no ha sido probado en estos animales puede que tarde hasta 10 años en funcionar.
Una campaña realizada por la reserva Ol Pejeta en la app de citas Tinder en 2017 lanzó a Sudán a la luz internacional. La campaña, más que para conseguirle una novia al último macho de rinoceronte blanco del planeta, pretendía recaudar 9 millones de dólares para desarrollar técnicas de fertilización asistida para salvar a esta subespecie de rinoceronte de la extinción.
Como última opción se podría intentar que las dos hembras restantes sean inseminadas con semen procedente de machos de rinoceronte blanco del sur.
El rinoceronte blanco del sur, el otro sobreviviente
Se estima que en la actualidad quedan unos 20,000 ejemplares de la otra subespecie de rinoceronte blanco: el rinoceronte blanco del sur (Cerathoterium simum simum). Esta especie está clasificada como ?casi amenazada? por la IUCN y se calcula que cada año mueren alrededor de 1,200 rinocerontes (blancos y negros).
La caza furtiva, es la mayor amenaza de estas subespecies, ya que en los últimos años no se ha podido evitar ni controlar. Los cazadores furtivos solamente requieren el cuerno del animal, y para eso, en lugar de usar métodos en donde no se les lastime, los hieren de muerte, e incluso los decapitan o desfiguran.
El cuerno de los rinocerontes es una dureza en la zona de la nariz y está formado por queratina el mismo material por el que están compuestas las uñas y el pelo. Se vende en el mercado negro por mucho dinero y es un ingrediente muy popular en la medicina tradicional china.
La muerte de Sudán es sin duda una razón para que las autoridades y la sociedad en general volteen a ver y se involucren en el rescate de la extinción de esta especie.
Mira estas fotografías de rinocerontes, una especie muy cerca de la extinción:
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