La mutación de un gen sería la responsable de que bacterias intestinales pudieran desplazarse hasta los ojos y producir ceguera.
De acuerdo con una investigación reciente, la ceguera de algunas enfermedades oculares hereditarias puede estar causada por bacterias intestinales. Esa es la conclusión a la que llega el trabajo citado, mismo que resultó de una colaboración internacional, pero que fue dirigido por investigadores del Centro Oftalmológico Zhongshan de la Universidad Sun Yat-sen (China).
La investigación no partió de una hipótesis que pudiera prever este resultado. Los científicos estaban investigando el gen CRB1, el cual se expresa en la retina y es crucial para regular lo que entra y sale del ojo.
Este gen, además, está vinculado con enfermedades oculares hereditarias, como la amaurosis congénita de Leber y la retinosis pigmentaria.
Del intestino al ojo
Valiéndose de ratones para realizar su investigación, los autores del estudio vieron que el gen CRB1 es clave para controlar la integridad del tracto gastrointestinal inferior. En esa área, este combate patógenos y bacterias nocivas y regula lo que pasa entre el contenido del intestino y el resto del organismo.
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El descubrimiento fue que cuando hay una mutación particular en el gen, capaz de reducir su efecto, las barreras que este debería formar, en el ojo y el intestino, pueden romperse con facilidad, permitiendo que las bacterias de esa porción de tubo digestivo vayan hasta el ojo y lesionen la retina, causando la ceguera.
La definición del problema viene, al mismo tiempo, con una posible solución. Y es que los investigadores sugieren que el uso de antimicrobianos ayudaría a prevenir el deterioro de estas enfermedades oculares hereditarias. Todavía faltan investigaciones sobre ese supuesto para ver si resultaría efectiva la propuesta.
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«Nuestros hallazgos podrían tener enormes implicaciones para transformar el tratamiento de las enfermedades oculares asociadas al CRB1. Esperamos continuar esta investigación en estudios clínicos para confirmar si este mecanismo es realmente la causa de la ceguera en las personas, y si los tratamientos dirigidos a las bacterias podrían prevenir la ceguera», dicen los autores en un comunicado.
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