La disfunción eréctil (DE) ha estado rodeada de infinidad de mitos y leyendas desde siempre. Las diversas expectativas culturales alrededor de cualquier tema relacionado con la sexualidad masculina han orillado a que muchos de los hombres que la padecen, opten por guardar silencio y sentir vergüenza ante un problema que sí tiene solución.
Elimina las etiquetas y eleva las experiencias divertidas a partir de hoy, la disfunción eréctil no tiene porqué ser un problema en tu vida.
Aquí algunos de los más comunes:
Falso. La incapacidad de tener una erección firme no tiene nada que ver con la edad y aunque suele presentarse con mayor regularidad a partir de los 65 años, puede afectar a varones de todas las edades.
Se estima que 10% de los hombres entre 18 y 40 años tiene algún grado de disfunción eréctil.
Falso. Aunque existen casos en que la disfunción eréctil puede presentarse a causa de delicados trastornos emocionales como una fuerte depresión, ansiedad o estrés, la realidad es que se trata de un padecimiento que debe tomarse con seriedad y que no basta con prepararse mentalmente para superarla.
Es importante acercarse con un médico especialista para encontrar la causa del problema e iniciar un tratamiento adecuado y personalizado.
Falso. La automedicación puede derivar en muy serios problemas, lo ideal es acudir a un centro especializado para un correcto diagnóstico y tratamiento.
Además, existen medicamentos como el Sildenafil, hechos específicamente para tratar este problema.
Cierto. La disfunción eréctil no es peligrosa en sí, sin embargo, muy frecuentemente es una de las primeras señales a partir de las cuales se desencadenan enfermedades crónicas importantes como la diabetes, hipertensión o Parkinson.
El Sildenafil es el principal componente activo que existe para su tratamiento y su uso es completamente seguro tanto para personas que padecen diabetes como las que sufren de hipertensión.
Es importante tratarla en cuanto sea diagnosticada.
Falso. Se trata de una práctica completamente normal y no guarda relación alguna con la disfunción eréctil, y aunque puede representar un problema cuando sustituye en su totalidad a las relaciones sexuales en pareja.
Esta práctica puede ser de gran utilidad cuando se utiliza como terapia en determinadas disfunciones sexuales.
Cierto. Aunque las opciones que existen para tratar la DE son muchas y variadas: desde aparatos de vacío, hasta cirugías y prótesis. El Sildenafil es uno de los principales medicamentos para su tratamiento y su uso es 100% seguro tanto en personas sanas como en aquellas con padecimientos del corazón. No tiene acción alguna en el músculo cardíaco.
Su efecto hipotensor permite vasodilatar los cuerpos cavernosos del pene para favorecer la circulación de sangre y al mismo tiempo facilitar la erección.
Falso. Como se menciona líneas arriba, la principal función de medicamentos como el Sildenafil consiste en aumentar el flujo sanguíneo hacia el pene durante la estimulación sexual para lograr una erección adecuada que permita una relación sexual satisfactoria.
No son afrodisíacos ni sirven para aumentar el deseo sexual en las mujeres.
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