VIH es el acrónimo de Virus de Inmunodeficiencia Humana. Este virus ataca y debilita el sistema inmune, que se encarga de proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades. De ahí la importancia de conocer qué es el VIH y qué es el Sida.
Sin tratamiento el virus del VIH puede progresar y convertirse en sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). En esta etapa, el cuerpo queda gravemente vulnerable a enfermedades y otras infecciones. Aunque antes de llegar a esta etapa pueden pasar varios años sin ningún padecimiento visible.
El VIH es un virus que se transmite únicamente por líquidos corporales como la sangre, el semen, la pre-eyaculación, la leche materna, secreciones vaginales y/o rectales.
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Debido a la gran desinformación, es necesario entender que el VIH no se transmite por tipos de contacto comunes como son abrazos o besos. Es más, incluso personas que viven con VIH al estar en tratamiento retroviral, pueden interactuar sexualmente sin posibilidad de transmitir el virus.
Igualmente, actividades como compartir alimentos o usar el mismo baño con alguien que tiene VIH, no te pondrá en riesgo de adquirir el virus.
Aunque no hay formas contundentes de evitar la transmisión del virus como una vacuna, existen prácticas que nos ayudan a disminuir drásticamente la probabilidad de contraer VIH.
Una de ellas es el uso del condón en las relaciones sexuales. Este preservativo, además de evitar el embarazo, ayuda a prevenir enfermedades de transmisión sexual, entre ellas, el VIH. Es un método altamente eficaz pues, se estima que reduce desde un 80% hasta un 95% los riesgos.
Estudios citados por la OMS han observado que, desde 1990, después de implementar el condón como un preservativo de uso cotidiano, se han evitado 117 millones de infecciones en todo el mundo. Sin duda, este método anticonceptivo ha sido crucial para combatir la pandemia mundial del sida.
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Otros hábitos de prevención es el no compartir agujas ni jeringas. Como te contamos, el contacto con la sangre podría infectarte. Hay que resaltar que esto pasaría únicamente si entra en tu torrente sanguíneo y no de forma superficial o digestiva.
Si sueles estar en situaciones de riesgo, no dudes en hacerte pruebas del VIH de manera recurrente. Es una forma temprana de detectarlo y de recibir tratamiento oportunamente. Además de que así ejerces una vida sexual responsable, plena y libre de incertidumbre.
Debido a que los primeros síntomas son silenciosos y pueden confundirse con una gripe común, es recomendable en estos casos hacerse entre una y dos pruebas al año. Existen desde las de laboratorio hasta las pruebas rápidas. Ambas son muy comunes, pero la facilidad de estas últimas hacen que se puedan realizar en casi cualquier parte como en clínicas de salud o en instalaciones comunitarias.
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Eso sí, recuerda que para que una prueba sea confiable, deben haber transcurrido tres meses desde tu última situación de riesgo
Si resulta que das positivo en VIH significa que debes de tener precauciones y cuidados especiales. La asistencia médica de este virus es gratuita en muchos países.
El VIH y el Sida no tienen cura, sin embargo, actualmente existen tratamientos que permiten tener una vida larga y saludable. Los medicamentos denominados TAR reducen la cantidad de VIH en la sangre, a un nivel que imposibilita transmitir el virus a otras personas, incluso en el contacto sexual.
También hay tratamientos preventivos que ayudan a evitar la infección si sueles estar en situaciones de alto riesgo. Estos se les llaman PrEP, para la prevención, y PEP, para exposiciones recientes.
El VIH sigue siendo un tema de salud pública. Aunque por varios años las infecciones fueron en descenso, en algunos países nuevamente van en ascenso. Sin embargo, si vives con VIH, gracias a los tratamientos actuales puedes vivir una vida larga y saludable.
Demostrar que, a través de la información, el VIH y el Sida no definen nuestro destino, es importante para un mundo más consciente y respetuoso. Te invito a seguirte informando en sitios oficiales de salud.
Este texto fue escrito por Emilio Flores Escalona, periodista comunicólogo apasionado por la reflexión, la política y la cultura. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
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