Una menstruación sostenible y digna es posible. Lía Mejía nos cuenta las opciones que existen en la columna mensual de Girl Up México.
La higiene menstrual es la capacidad de cuidar el cuerpo durante este periodo. Tener una mala salud e higiene menstrual resulta perjudicial para algunos derechos fundamentales de mujeres, niñas y personas menstruantes. Por lo tanto, es necesario que quienes menstrúan tengan acceso a agua segura, espacios adecuados y, sobre todo, a material para la menstruación para poder tener una vida digna y respeto hacia los derechos humanos.
Sin embargo, la higiene menstrual trae consigo otros problemas para la sociedad: el impacto ambiental. Es importante mencionar que la salud menstrual conlleva cuestiones medioambientales como el cambio climático y la sostenibilidad, ya que el uso de productos menstruales tradicionales, no reciclables ni biodegradables, ocasiona daños al medio ambiente. De hecho, la contaminación de dichos productos termina dañando los cuerpos de agua al aumentar la aparición de químicos y microplásticos en los ecosistemas marinos.
Contaminación al ambiente
Para empezar, hay que considerar que el periodo menstrual dura en promedio 5-7 días cada mes, por aproximadamente 40 años, es decir, ¡las personas tienen un estimado de 480-500 periodos en toda su vida! Aunado a esto, el uso promedio por periodo es de 20 tampones o toallas, para un total de 9,600 productos menstruales desechables aproximadamente. Estos productos tardan entre 500 y 800 años en degradarse, por lo que son una fuente de contaminación ambiental considerable. Además, en la mayoría de los casos, estos productos se queman y generan la emisión de gases contaminantes.
Además del volumen de contaminación, también es necesario abordar los procesos que los conforman y cómo contaminan los cuerpos de agua. Las toallas sanitarias y tampones están compuestos mayormente de rayón de celulosa, que funciona como absorbente. Para obtener este compuesto, se requieren diversos procesos químicos, como extracción de madera y algodón, además de una gran cantidad de agua, la cual termina en cuerpos de agua cercanos sin haber sido tratada. Una vez que se somete este compuesto a procesos químicos aptos para la higiene menstrual, se liberan dioxinas, las cuales afectan seriamente a la flora y la fauna y la salud humana al estar presentes en el agua, posteriormente vapor. En conjunto, la contaminación al agua en las especies tiene consecuencias devastadoras.
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Alternativas para una menstruación sostenible
Debido a esto, han surgido distintas alternativas para procurar una menstruación sostenible y amigable con el medio ambiente. La copa menstrual, las toallas sanitarias de tela e incluso la ropa interior absorbente son algunos ejemplos. Estas alternativas son buenas opciones para la gestión del periodo, ya que no solo están libres de químicos nocivos para la salud, sino que también generan cero residuos y tienen una vida útil más prolongada.
Toallas ecológicas
Las toallas reutilizables son pedazos de tela que sirven para absorber el flujo una vez que cae. Su uso es similar al de las toallas desechables, pero después de usarlas, se lavan y se pueden volver a reutilizar. ¡Mucho mejor que tirarlas a la basura! Su vida útil es muy larga, ya que pueden durar hasta 5 años, y representan un gasto económico mucho menor, ya que no demandan la compra constante al no ser desechables. También tienen otro beneficio: no tienen químicos o conservadores nocivos para la salud. Además, a diferencia de las desechables, protegen la zona íntima de las infecciones e irritaciones.
Copa y disco menstrual
La copa y el disco menstrual se pueden reutilizar hasta por 10 años y son cero invasivos al medio ambiente. Están hechos de silicona, por lo que son hipoalergénicos y no interfieren con el pH vaginal, por lo tanto, no generan malos olores. Además, son un producto que se puede usar de manera continua hasta por 12 horas, después se retira, se lava y se vuelve a colocar. Como van dentro del cuerpo, son ideales para practicar deporte e incluso ir a la playa. Su modo de uso es bastante simple, se inserta en la parte baja de la vagina para recolectar el flujo, se debe retirar y colocar siempre con las manos limpias y lavarlo con agua y jabón neutro.
Ropa interior absorbente
Esta alternativa es similar a las toallas reutilizables, la diferencia es que la ropa interior absorbente puede resultar más cómoda al ser una prenda que cumple con dos funciones: absorber y proteger.
En resumen, la transición hacia una menstruación sostenible no solo beneficia la salud de quienes los usan, sino que también desempeña un papel crucial en la preservación del medio ambiente. Estas alternativas sostenibles, como copas menstruales y toallas reutilizables, reducen significativamente los desechos plásticos y químicos asociados con las opciones convencionales. Al tomar decisiones conscientes, no solo se prioriza el bienestar libre de químicos nocivos al cuerpo, sino que también se contribuye a mitigar la contaminación ambiental. Este cambio hacia la ecoconciencia menstrual es esencial para forjar un futuro donde la salud íntima y la sostenibilidad estén unidas y, de esta manera, proteger al planeta para las generaciones futuras.
Este texto fue escrito por Lía Mejía, parte de la comunidad de Girl Up México, una organización liderada por juventudes para capacitar, inspirar y conectar con otras activistas por la igualdad de género. Haz clic aquí para leer más sobre Girl Up México y su trabajo impulsando a jóvenes agentes de cambio.
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