Muchas personas tienen el mal hábito de morderse las uñas. Esto es muy dañino e, incuso, podría provocar la muerte, según un especialista del IMSS
Todos tenemos malos hábitos. Muchos de ellos empiezan en la infancia. Uno de los más comunes es la onicofagia. Este es el término clínico para comerse o morderse las uñas.
¿A cuántas personas que lo hacen conoces? Este mal hábito es causado por distintos motivos, entre ellos el estrés cotidiano, la ansiedad o el miedo. Además, puede ocasionar algunos males tanto físicos como psicológicos.
¿Por qué es malo comerse las uñas?
Carlos Fernando Ramírez Aboites, coordinador de Hospitales del IMSS, delegación Estado de México Oriente, advierte que la onicofagia permite el ingreso de diferentes bacterias en el estómago, lo que puede generar un cuadro infeccioso conocido como sepsis, según informó a HoyEstado.com.
Acorde con la OMS, la sepsis es una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección.
La sepsis es una urgencia médica. Si no se diagnostica y trata de forma temprana, puede ocasionar daño irreversible en los tejidos, choque séptico, insuficiencia orgánica múltiple y poner en riesgo la vida.
El choque séptico es un tipo grave de sepsis en el cual las alteraciones circulatorias y celulares o metabólicas son tan graves que incrementan el riesgo de muerte de manera sustancial.
El médico también señaló que comerse las uñas puede generar las siguientes consecuencias:
- Dañar el esmalte de los dientes
- Gingivitis por daño a las encías
- Verrugas periungueales
- Alteración del crecimiento de las propias uñas
- Provocar dolores en mandíbula y articulaciones
¿Existe alguna manera de ayudar a las personas que se comen las uñas?
La Universidad Veracruzana brinda las siguientes recomendaciones para ayudar a las personas que tienen este mal hábito:
- Cuidar las uñas: limarlas, pintarlas, colocarles algún esmalte transparente; dejarlas crecer o recurrir a una sustancia con sabor desagradable para untárselas, de manera que nos alerte ante la conducta repetitiva.
- Retirar la mano de la boca en cuanto se percibe el deseo de morder y ocuparla en alguna otra cosa.
- Identificar las situaciones que inducen el comportamiento obsesivo de comerse las uñas e intentar neutralizar el estímulo.
- Acudir con un psicólogo o psiquiatra para atacar el problema frontalmente.
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Con información de: HoyEstado.com, OMS, y la Universidad Veracruzana