Evita una tragedia.
Poner el árbol en Navidad es una tradición. Sin embargo tene un gato en casa complica mucho las cosas. Y es que el refrán ?la curiosidad mató al gato? cobra más vida que nunca en estos casos.
Los gatos por naturaleza son curiosos y los árboles naturales o artificiales pueden ser realmente peligrosos: tragarse las puntas o ingerir la resina puede resultar tóxico o causar algún tipo de bloqueo gástrico.
Los ornamentos pueden romperse fácilmente o las luces que también llaman la atención de los gatos también pueden ser peligrosos. Lo ideal es observar cuál es la actitud del gato.
Consejos que pueden ser de gran utilidad:
? Fijar el árbol: lo más habitual es que el felino trepe hasta la copa, y una buena opción es fijar el árbol a una base sólida que no permita que éste se caiga.
? Poner adornos que no se rompan con facilidad: a los gatos les gusta jugar y tocar todo, por eso es mejor no poner ornamentos especialmente frágiles.
? Esconder los cables de las luces y, si no se está en casa, desconectarlas.
? Rociar todo con un repelente natural de cítricos: así se evita que se acerquen. Una buena idea es poner en un spray hecho de citronela en aceite con un poco de agua y esparcirlo por el árbol y en los adornos. Otra opción es poner cáscaras de naranja.
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Aquí les mostramos un compilado de gatos jugando con el árbol de NAvidad:
Vía: Cosa de gatos