En esta nación ya no verás automóviles en esta tonalidad.
Turkmenistán es una república ex-soviética situada en Asia Central. Esta joven nación tiene normas muy estrictas en lo que respecta a los automóviles. Aunque muchos no lo crean, estas leyes se acaban de implementar en pleno siglo XXI.
El líder del país, Gurbanguly Berdimuhamedo, tienen una obsesión por el color blanco, ya que cree que esta tonalidad atrea buena fortuna y por eso ha creado nuevas leyes que ha generado polémica en muchas partes del mundo.
A partir de ahora, cualquier persona que tenga un automóvil negro tendrá que pagar para que se lo pinten de otro tono. Si violan la ley, los carros serán confiscados. Para recuperarlos, los propietarios tendrán que pagar una multa y firmar un documento en el que se comprometen a cambiar la pintura, ya sea blanca o plateada.
El 1 de enero del 2018 entró en vigor la ley en la que se prohibe el uso de automóviles negros.
El problema es que ante esta prohibición repentina, los talleres del país se han visto desbordados. El precio de un repintado se elevado considerablemente, llegando a rozar los 2,000 euros. Según informa The Diplomat, muchos talleres aumentaron su precio un 50%.
Las autoridades no dieron más explicaciones sobre esta nueva medida, pero se sabe de la pasión del gobernante por el blanco. Todos sus caballos son blancos, suele vestirse de este color y ha llenado la capital de mármoles. En septiembre del 2014 todos los altos funcionarios del país tuvieron que cambiar sus autos negros por Mercedes Benz E300 de color blanco.
El uso de polarizados en los vidrios es ilegal.
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