El purgatorio es frío y blanco, al menos en Colorado.
Purgatory significa en español purgatorio. Exactamente así se llama esta pequeña estación de esquí en el suroeste del estado norteamericano. ¿Quién no piensa entonces en esa desdichada estación de espera entre el cielo y la tierra?
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Aunque en los últimos años se han realizado muchas obras de construcción, esta soñolienta estación de esquí situada en medio de las escarpadas montañas de San Juan dista mucho de ser una estación gigante como Aspen o Vail.
Como Purgatory está lejos de los grandes centros de aglomeración y a tres horas en coche de la autovía más cercana, aquí no se agolpan masas de turistas. Entre semana, uno prácticamente está solo con la población local, lo que es agradable, sobre todo para familias. Alrededor de la estación, en el valle, hay escuelas de esquí, guarderías, pequeñas tiendas, casas de vacaciones y hoteles.
La estación de esquí está dividida en tres sectores. Para los niños que aprenden a esquiar está la suave pendiente "Columbine", situada debajo de la estación en el valle. Es un lugar tranquilo, un poco solitario, donde no pasa volando ningún esquiador experimentado. En el "Front Side", directamente arriba del pueblo, hay cinco áreas para snowbordistas y pendientes con diferentes niveles de dificultad. Muchas ondulaciones naturales atraviesan el terreno. Al otro lado de una empinada cresta hay pistas para profesionales. El "Back Side" es una pendiente con muchas pistas quebradas.
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Todas las pistas están bien trazadas, en medio de un bosque. Los abetos rojos a la izquierda y a la derecha están generalmente demasiado juntos como para zigzaguear con seguridad. Por esta razón, James Coleman, quien desde febrero de 2015 es propietario de Purgatory, personalmente recurrió a la motosierra para quitar algunos árboles para el tree skiing. Coleman, originario de Texas, se hizo millonario como empresario inmobiliario y le gusta pasar mucho tiempo en la pista. Vive desde hace varios años en Durango, situada a poco más de media hora en coche a los pies de la montaña.
Purgatory es también el nombre del arroyo que serpentea por el valle, dice Ed Rozycki, quien se mudó aquí desde Ohio. Dice que tiene que ver con una expedición de conquistadores españoles que desapareció en esta región a finales del siglo XVIII. Según la creencia en aquellos tiempos, como los españoles no recibieron sepultura digna, quedaron atrapados en el purgatorio. Ed se encoge de hombros y se pone sus gafas de sol. La telesilla zumba. Casi hemos llegado a la estación final. La nieve resplandece en la cima. Pequeñas nubes blancas de algodón navegan por el cielo. Aquí, arriba, en Purgatory, uno se siente bastante cerca del cielo.
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Información básica:
Purgatory Resort está situado en el suroeste del estado norteamericano de Colorado. La población más cercana es Durango, de unos 17000 habitantes, unos 40 kilómetros más al sur.
Cómo llegar: Durango tiene un pequeño aeropuerto que recibe vuelos diarios desde ciudades grandes como Denver, Dallas y Phoenix. Quien prefiera viajar a Purgatory en coche de alquiler puede hacerlo, por ejemplo, desde Denver, una distancia de 480 kilómetros.
Alojamiento: Hay muchas casas de vacaciones y habitaciones de hotel. En invierno, los alojamientos en la pequeña ciudad de Durango son muchas veces más económicos que en Purgatory. Desde Durango suben todas las mañanas autobuses de pago directos a la estación de esquí. I
Más información: www.purgatoryresort.com.