Cuando Sir Arthur Conan Doyle comenzó a escribir la historia de Sherlock Holmes, a finales del siglo XIX, la calle Baker existía y sigue existiendo actualmente, pero con lo único que no contaba era con el número 221B. Muchos expertos aseguran que este escritor eligió intencionalmente una dirección para este detective que no existía.
Todo esto cambió en la década de 1930, cuando los números de las calles de Londres fueron reasignados. Durante este reajuste, un edificio conocido como «Abbey House» fue galardonado con todos los números impares entre el 219 al 229.
Desde ese momento, el correo le comenzó a enviar las cartas de los fanáticos de todo el mundo que iban dirigidas al número 221B.
Los expertos comentan que desde que comenzó a operar el edificio el 18 de marzo de 1932, como banco, fueron inundados con docenas de cartas dirigidas a Holmes. Mientras que la mayoría de las postales eran simplemente de admiradores, los dueños se sorprendieron al encontrar un gran número de personas que habían escrito para pedir ayuda al detective.
El banco, para no decepcionar a su público, contrató a alguien para que leyera las cartas y les respondiera. Un dato curioso es que, para no romper la magia, el banco les escribiría que Holmes se había retirado para criar abejas en una granja en South Downs, en Sussex, al sur de Inglaterra.
El banco disfrutó de la atención de compartir su dirección con uno de los residentes más famosos de Londres, hasta el punto de que tenían una pequeña placa fuera del edificio y en su 150 aniversario pagó por la creación de una estatua de bronce que actualmente se encuentra fuera de la entrada al metro de Baker Street.
En 1990 las cosas cambiaron cuando el Museo Sherlock Holmes se abrió cerca de ahí y los dueños decidieron que debían ser los únicos en recibir el correo de los admiradores de Sherlock Holmes.
Después de una larga batalla legal, el banco, que entonces era conocido como «Abbey National«, trasladó su sede a la Plaza Tritón, y las autoridades concedieron a este museo los derechos exclusivos para usar la dirección 221B Baker Street, aunque el museo aún residía entre 237 y 241 Baker Street.
Hoy en día, aquí siguen llegando las cartas y son respondidas a todos los fanáticos del mundo.
Fanáticos de todo el mundo, hoy en día, le siguen escribiendo cartas a Sherlock Holmes, uno de los detectives más famoso de la literatura.
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Vía: Today it I Found Out