Te sorprenderá todo lo que esta ciudad a orillas del río Meno ofrece más allá de negocios y altos rascacielos.
Frankfurt es un ciudad en donde conviven personas de alrededor de 175 naciones; el multiculturalismo se desborda por cada esquina de la urbe. Esto se refleja, por supuesto, en los aspectos culinario, cultural y artístico; y en todos y cada uno de sus rincones. Frankfurt es una de las urbes alemanas con más áreas verdes; por increíble que parezca, no es sólo la sede económica de los bancos más importantes de Alemania y empresas multinacionales. Por si fuera poco es la ciudad natal de Goethe, cuna de movimientos intelectuales como la «Escuela de Frankfurt» y de DJ?s conocidos en el mundo entero. Fundada en el siglo I dC por los celtas y germanos, fue un importantísimo puerto interior y centro comercial, hoy día es uno de los centros financieros más importantes de Europa. Pero esta histórica metrópoli también tiene una vida ajetreada de bares, restaurantes y está llena de secretos. Te los revelamos.
Visita cultural
Definitivamente conviene hospedarse en la zona céntrica de la ciudad o cerca de la estación ferroviaria, ya que de la estación al aeropuerto se hacen 12 minutos en tren. Una buena opción es el Hotel París, una casona construida en 1905, remodelada y reinaugurada en 1999; o en el Hotel Savoy ubicado justo frente a la estación del tren. En ambos sirven un desayuno alemán delicioso: gran variedad de pan de la región, carnes frías, quesos de varios tipos, huevos pasados por agua, mermeladas y jugo de manzana, por supuesto.
Una vez iniciado el ritual matutino comienza el periplo por la ciudad. Primero, hay que darle una peinada el centro histórico y caminar por la calle Untermainkai, que corre a lo largo del río Meno, si sigues su cause podrás contemplar los diferentes puentes que lo cruzan y llegar hasta la iglesia de San Leonardo, testigo de la dinastía de los Staufer, desde donde el emperador Federido II se dirigió por primera vez a los habitantes de Frankfurt. Esta iglesia es ejemplo del estilo románico alemán y ofrece una vista panorámica de la ciudad, desde aquí se aprecia el contraste entre el viejo y el nuevo Frankfurt, plagado de rascacielos, que son orgullo de su población. Desde San Leonardo toma la calle Alte Meinzer Gasse hasta llegar a los Archäologischer Garten, en donde se pueden explorar dos etapas de la historia de Frankfurt: la romana, con los baños termales, y los restos de la fortaleza militar; asimismo en esta zona están las ruinas descubiertas en 1953 de un palacio real de la dinastía Carolina. Desde los jardines arqueológicos se llega al Keiserdom, construido en 1239 en honor a San Bartolo. De 1562 a 1792 la catedral imperial fue sede de la coronación de diez emperadores.
Al rodear los jardines llegarás de otra vez al centro histórico (Altstadt), reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial. Frente al Museo Histórico está uno de los edificios más hermosos de la Plaza Römerberg: la Haus Wertheim, del siglo XVII, fue la casa única que no resultó dañada durante la guerra; hoy alberga una pastelería y un pub en la planta baja. Otro edificio que vale la pena admirar es el Römer (Ayuntamiento o sede de la alcaldía), en la parte oeste de la plaza, es un ejemplo del estilo gótico, su triple fachada es típica del siglo XV. En esta plaza año con año, de noviembre a diciembre se monta una gran feria navideña: Weihnachtsmarkt, la que debe recorrerse bebiendo un vaso de Glühwein (vino caliente aromatizado con distintas especias). En este rumbo también está la Paulskirche (iglesia de San Pablo, inaugurada en 1789), un importante símbolo político de la ciudad que se convirtió en sede del parlamento alemán en 1848-1849.
Si el cansancio y el hambre no te han invadido, la casa de Goethe vale la pena una vista. Aquí, cuenta la leyenda, el escritor empezó a escribir Fausto. Después, regresa al Altstadt para comer en el restaurante Leib und Seele, donde sirven una muy buena salsa verde o Grüne Soße, especialidad de la región.
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Si cruzas el río a la altura del centro llegarás a Sachsenhausen, el barrio más visitado. Una exploración por las calles adoquinadas de esta zona es imprescindible. No sólo contemplarás la arquitectura, sino que descubrirás la mejor gastronomía de la ciudad. No en balde, este barrio está indicado los mapas turísticos con el dibujo de un pretzel y una jarra de sidra. La zona está repleta de tabernas y cervecerías. Aquí es donde las alemanas celebran sus despedidas de solteras; los fines de semana hay una gran cantidad de mujeres disfrazadas todas iguales caminando por las calles y de hombres que van de cervecería en cervecería, dejando los vasos vacíos como rastro de la fiesta. A pesar de la juerga nocturna, al día siguiente las calles están impecables; es un placer pasear por este barrio de noche o de día.
Si quieres probar las especialidades de la región, la parte vieja del barrio Sachsenhausen es la opción. Dos platillos que no puedes perderte es la una Grüne Soße (Salsa Verde: elaaborada a base de yogurth, hierbas de olor como mejorana y perejil; se sirve con papas y huevo o con salchichas o carne), el «Handkäse» con una sidra de Hesse. Dos buenas opciones para probar cualquiera de estas especialidades son los restaurantes: Adolf Wagner y el Atschel, cuyo lema es: «volver a lo tradicional». Y gracias a su menú el lugar se ha colocado entre los más visitados de Frankfurt; la comida es casera y los platillos dependen de la temporada y sólo utilizan ingredientes frescos; por ejemplo sirven truchas de la región criadas ecológicamente, y en verano un gran surtido de ensaladas, espárragos frescos en todas sus variaciones (de la temporada), y mucho más. En la decoración del «nuevo Atschel» resaltan lámparas grandes de latón y mesas de antiguas tablas de madera, y no deja de ser un restaurante de sidra de larga tradición del barrio de Sachsenhausen. Una curiosidad de este barrio, es que entre sus adoquines hay plaquitas doradas con el dibujo de una manzana, simbolizando la sidra de Hesse.
La ciudad contemporánea
Visita el Museo del Cine (Deutsches Filmmuseum Frankfurt am Main), que además funciona como filmoteca. Esta es una parada obligada para un cinéfilo (como yo) y para cualquier persona. En este museo, ubicado a orillas del río Meno, conocerás la historia del cine y te sorprenderán sus exposiciones temporales dedicadas a grandes directores. Es recomendable revisar la cartelera, mes con mes ciclos dedicados a cineastas alemanes y a las cinematografías del mundo entero.
Tras tu vista al museo cruza el puente Untermain Brücke y camina hacia la Nueva Ópera hasta llegar hasta la Taunustor. Esta zona es el experimento de los arquitectos contemporáneos que después de la guerra decidieron remodelar la ciudad en lugar de reconstruirla. Algunos de los rascacielos que son orgullo local como el Commerzbank, de los arquitectos Norman Foster y Altezza. La mayoría están a lo largo y en los alrededores de la calle Neue Mainzer Strasse. En este punto del recorrido es muy recomendable hacer una pausa en la terraza de la Vieja Opera (Alte Oper Frankfurt) para tomar un tente en pie mientras contemplas la metrópoli. Otras opciones son: el Café Rosso & Bar, el Ópera, el Intermezzo y el Da Capo. Pasar de los rascacielos a la vieja ópera es una forma de darse cuenta de los contrastes arquitectónicos que conviven en Frankfurt, es como hacer un salto en el tiempo.
LOGÍSTICA
Hotel Paris
Karlsruher Strasse 8
Tel. (49-69) 273-9963
info@hotelparis.de
www.hotelparis.de
Hotel Savoy
Frente a la estación del tren
Wiesenhütten Strasse 42
Tel. (49-69) 273-96795
www.savoyhotel.de
Casa de Goethe
Großer Hirschgraben 23-25
Tel. (49-69) 138-800
info@goethehaus-frankfurt.de
www.goethehaus-frankfurt.de
Restaurantes y bares
Leib und Seele
Kornmarkt 11
Tel. (49-69) 281-529
info@leibundseele-frankfurt.de
www.leibundseele-frankfurt.de
Adolf Wagner
Schweizer Strasse 71
Tel. (49-69) 612-565
Atschel
Wallstrasse 7
Tel. (49-69) 619-201
Deutsches Filmmuseum
Frankfurt am Main
Schaumainkai 41
Tel. (49-69) 961-2200