Conoce la importancia históricas de estas pinturas.
La revolución de Madrid determinó el estallido de la guerra contra Napoleón. Este fue un cruel enfrentamiento entre españoles y franceses. Las dos escenas elegidas por Goya son muy significativas, al representar el inicio de la heroica resistencia nacional y el sacrificio de los españoles. El artista por medio del pincel capturó las mas notables y heroicas escenas de su gloriosa insurrección contra Francia.
El dos de mayo se levantó el pueblo español. Hacia las dos de la tarde las tropas de Murat, enviadas por Napoleón, con un ejército de treinta mil hombres, lograron detener la revuelta del pueblo. En grupos los condenados fueron enviados a distintos lugares de Madrid para su inmediata ejecución: el paseo del Prado, la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá, el portillo de Recoletos y la montaña del Príncipe Pío, y fueron fusilados a las cuatro de la madrugada del 3 de mayo.
Goya seguramente no vio las ejecuciones, aunque vivía cerca del lugar de una de ellas, la Puerta del Sol, pero debió de conocer los detalles, pues el hecho tuvo una gran repercusión en Madrid, donde un número elevado de sus ciento ochenta mil habitantes perdió aquel día algún familiar, amigo o vecino.
En sus pinturas se puede ver reflejado a los soldados sin rostro, inflexibles que contrasta con el desorden de sus víctimas, entre las que destaca el héroe anónimo que se enfrenta de nuevo a ellos, ahora arrodillado y con los brazos en cruz, con su expresión de terror y asombro, sin comprender la razón de tan brutal represalia. Goya le ha vestido de blanco, proclamando con ello su inocencia, convirtiéndole en símbolo del pueblo español, de todos los caídos durante la invasión napoleónica. La pinturas actualmente se encuentran exhibidas en el Museo del Prado en Madrid.
Vía: Museo del Prado.
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