Un paraíso para gourmets más exigentes.
Muchos turistas en Mallorca solo conocen los restaurantes todo incluido de los hoteles y la cocina uniforme de los restaurantes para turistas, pero dos oasis culinarios de Palma, la capital de la isla, ofrecen una mayor variedad: el mercado en la Plaça de l’Olivar y su hermano pequeño en el antiguo barrio pesquero de Santa Catalina.
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Los dos tienen decenas de puestos que seducen con platos locales e internacionales a precios módicos y de excelente calidad.
Los mercados no son lugares turísticos, todo lo contrario. Aquí, los habitantes de Palma hacen sus compras seis días a la semana. Los pasillos están flanqueados por puestos con carne, chorizos y montañas de frutas y verduras.
Para el pescado y los mariscos hay una nave especial en el Mercat de l’Olivar. También hay panaderías, tiendas de dulces y floristerías, y desde hace algunos años cada vez más bares y puestos de comida.
Lo que en principio estaba concebido como un merendero para la gente que iba de compras se ha convertido en una amplia oferta gastronómica que incluso atrae al mercado a los habitantes de Palma cuando no tienen la intención de comprar nada.
Los amantes de las tapas se sienten aquí como en el paraíso: en un puesto hay brochetas de gambas y chipirones en aceite o fritos, en otro jamón ibérico cortado bien fino, pimientos o albóndigas en salsa de tomate. Estos platos fundamentales de la cocina española de tentempiés se complementan con especialidades mallorquinas: empanadillas, habas con beicon o sobrasada (carne de cerdo muy picada con pimentón para untar en el pan).
El puesto "Ostras" en el Mercat de l’Olivar está especializado en ostras procedentes de todas partes del mundo. Una simbiosis oriental-mediterránea ofrece "Yosushi": sushi y sashimi al estilo japonés con vinos rosados y blancos de las bodegas de la isla.
El Mercat de l’Olivar es desde 1951 el cuerno de la abundancia de Palma. Es el mercado más grande de la ciudad. El mercado de Santa Catalina, más pequeño, ya existe desde el año 1905. La vecindad es muy atractiva. El barrio de Santa Catalina está situado en el oeste de Palma, fuera de la antigua muralla. Aquí vivían en el pasado pescadores y capitanes.
Hoy, las casas de dos o tres plantas construidas a finales del siglo XIX y principios del XX están habitadas por jóvenes. En el barrio se han establecido muchos bares, restaurantes y comercios. Se pueden ver bonitas fachadas de estilo art déco. Otras casas de la ciudad recuerdan con sus colores pastel empalidecidos por el tiempo y sus balcones franceses a La Habana, la capital de Cuba.
Aunque es más pequeño que el Mercat de l’Olivar, en el de Santa Catalina uno puede encontrar todo lo que necesita. Además, este mercado atrae por su ambiente familiar. El bar más antiguo es el "Joan Frau", que tiene excelentes tapas por poco dinero.
Con una barra de solo 1.50 metros de longitud, el "Món de Sushi" es el local más pequeño del mercado pero su oferta es amplia y variada. El "Bar des Mercat" es el lugar favorito para los amantes de sopas y bocadillos. Y si los chinos van a conquistar en breve la isla, podrán disfrutar de un excelente dim sum, las tapas de la cocina cantonesa, que ofrece desde hace tiempo el restaurante "Arume".
Información básica
El Mercat de l’Olivar está situado en el centro de Palma, cerca de la Plaça d’Espanya. Abre de lunes a sábado de las 07:00 hasta las 14:30 horas y los viernes hasta las 20:00 horas. La nave de pescaderías está cerrada los lunes (www.mercatolivar.com).
Mercat Santa Catalina, Plaça de Navegacio. Abre de lunes a sábado de las 07:00 hasta las 17:00 horas. (www.mercatdesantacatalina.com).