Disfruta de un refugio urbano en el Palacio de Verano en Beijing, una mezcla de Occidente con Oriente.
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A 40 minutos de la capital China se encuentra el Palacio de Verano, abarca un exuberante jardín de 290 hectáreas que en 1998 fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, justo ahí encontrarás al primer hotel de Amanresorts que abriera sus puertas en China en 2008. Al igual que los demás hoteles de la cadena, brilla por su privacidad y detalles únicos. Al llegar te sentirás como un emperador, rodeado de patios y pabellones, algunos son nuevos y otros tienen más de 100 años de antigüedad. El lugar fue construido en 1750 y sirvió a la Dinastía Qing como un retiro imperial para escapar del caluroso verano de la Ciudad Prohibida.
Sus 18 habitaciones y 33 suites están adornadas con pantallas de madera y persianas de bambú tradicionales y generan un ambiente que te hará retroceder en el tiempo. El diseño interior es contemporáneo y sobresalen los muebles inspirados en la dinastía Ming; son sencillos pero elegantes, con incrustaciones de nácar, jade y concha. El lounge en el primer patio ofrece un comedor relajante y en el Pabellón de la Cultura es posible observar a un calígrafo chino que demuestra regularmente esta antigua habilidad.
Con vistas a un estanque tranquilo, el Pabellón de Música ofrece espectáculos y cenas privadas. Tiene tres restaurantes, probarás platos que mezclan las técnicas francesas con el arte culinario japonés, recetas imperiales como el pato de Pekín y cocina cantonesa tradicional. Hay también un spa y sala de cine. Lo antiguo y lo nuevo convergen.