Antoine de Saint-Exupéry, escritor de la famosa historia de “El Principito”, se enamoró de la aviación cuando tenía tan solo 12 años. En aquel entonces, tuvo la fortuna de encontrarse con las avionetas que sobrevolaban el aeródromo rural de Ambérieu, cerca de Lyon, Francia. Este tema le apasionó tanto que a sus 21 años se volvió cadete de la aviación militar francesa.
Saint-Exupéry se encargó de rescatar pilotos accidentados en el desierto de las colonias africanas francesas.
El 31 de julio de 1944, en el trasnscurso de la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry desapareció en el trascurso de la que sería su último vuelo que tenía la misión de reconocer las posiciones alemanas al sur de Francia. El gran misterio fue que nunca regresó y no se supo de su paradero.
Por más de 50 años no se supe que pasó con la aeronave de Saint-Exupéry.
Una imagen de Antoine de Saint-Exupéry desempeñando el papel de piloto.
Foto: Antoine de Saint-Exupéry
Por décadas, el misterio de la desaparición de Saint-Exupéry se mantuvo en todo Francia. Sin embrago, el escritor fue recordado como un héroe de toda la nación. Existe un relato escrito por el piloto Wilhelm von Stadde, que formó parte de la patrulla del escritor de aquel fatídico día del que no se supo más de él. Aquí narra los acontecimientos del 31 de julio de 1944.
En 1998, el pescador, Jean Claude, halló en sus redes, frente a Marsella, la pulsera del autor de «El Principito», con su nombre y el de su mujer, Consuelo de Saint-Exupéry. Esta pulsera fue llevada a una empresa de buceo profundo llamada Comex. El presidente de la compañía, Henri Germain Delauze, automaticamente comenzó a rastrear el avión de Saint-Exupéry.
Sin embargo, tras dos semanas de búsqueda en un área de más de 100 kilómetros no se encontró nada y la esperanza para encontrar la aeronave se iba disminuyendo poco a poco. Sin embargo, todo cambió con la llegada del buzo Luc Vanrell, quien al enterarse de la búsqueda, recordó que había visto y fotografiado en 1982 un depósito de chatarra que se encontraba en las cercanías del hallazgo realizado por el pescador.
La pulsera del autor de «El Principito» con el nombre de su esposa.
Foto: spotmydive.com
Horst Rippert, un ex periodista de deportes alemán y piloto de guerra de la Luftwaffe en la Segunda Guerra mundial, declaró, a sus 82 años, que él había sido el responsable de la muerte del Principito. Saint-Exupéry se cruzó en su camino, en el sudoeste de Francia, y lo derribó disparándole sobre las alas y vio al avión hundirse en el mar sin que el piloto se eyectara.
Un piloto alemán derribó el avión del Principito.
«Después de haberlo seguido, me dije: Si no huís, yo te disparo. Bajé y tiré, no sobre el fuselaje sino sobre las alas. Lo toqué. El zinc se rompió. Derecho al agua. Se incrustó en el mar. Nadie saltó. Al piloto no lo vi. Supe días después que era Saint-Exupery. Esperé y espero aún que no fuera él», relató Horst Rippert a los investigadores Lino Von Gartzen y Luc Vanrell, que publicaron sus resultados en el diario francés La Provence.
Horst Rippert nunca se imaginó que habia derribado el avión de Saint-Exupery.