En el Parque Nacional Galápagos se conservan una gran cantidad de especies de tortugas de gran tamaño. Estos hermosos animales, que son únicos en el mundo, pueden llegar a tener una longitud de metro y medio y un peso de 225 kilos.
En esta región de las Islas Galápagos nació la tercera camada de «Chelonoidis donfaustoi«. Esta es una nueva especie de tortuga gigante. Hasta 2002, la comunidad científica consideraba que todas las tortugas de la isla Santa Cruz eran de la misma especie, la «Chelonoidis porteri«. Sin embargo, tras varios años de análisis genéticos se determinó en 2015 que las que habitan al este de la isla, en el cerro El Fatal, son una especie distinta, la «Chelonoidis donfaustoi«.
A partir de este nuevo descubrimiento se han realizado programas para su conservación. Con esta nueva camada se suman 120 ejemplares. Para que las tortugas sean liberadas en su ambiente el caparazón debe medir entre 23 a 25 centímetros. Sin embrago, para garantizar la supervivencia de estos reptiles deben pasar su infancia en cautiverio.
En este 2018 ya suman 120 los ejemplares nacidos en cautiverio de «Chelonoidis donfaustoi».
Un gran peligro para esta especie es que carecen de mecanismos para proteger sus huevos y sus camadas son presa fácil. Es por esta razón que los expertos esperan a que las tortugas pongan sus huevos para inmediatamente llevarlos a un lugar seguro. Ahí las crías son cuidadas hasta que tienen cinco años y sus caparazones son lo bastante fuertes.
«Las tortugas son ingenieras del ecosistema. Con sus movimientos moldean el entorno, abren espacios para que otras especies puedan desarrollarse y son las mejores dispersoras de semillas», explica a la AFP el biólogo Washington Tapia, de la ONG estadounidense Galápagos Conservancy.
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