Jerusalén es uno de los destinos que han alimentado al turismo religioso desde hace siglos.
La parte de la Ciudad Vieja de Jerusalén fue creada hace miles de años y alberga los sitios más sagrados de muchas religiones.
Está rodeada por una enorme muralla dividida en 4 barrios: el armenio, el cristiano, el judío y el musulmán. Aquí sucedieron los hechos históricos de la pasión de Jesús que dan sustento al mundo cristiano.
Así, el Domingo de Ramos, el evento con el que inicia la Semana Santa, tiene un aura especial. Miles de fieles con ramas de olivos en las manos caminan por el Monte de los Olivos. Es una manera de representar y conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén.
Todo comienza en la iglesia de Betfagé donde se conserva la piedra que utilizó Jesús para subirse a un burro. Se escuchan cantos y rezos en todos los idiomas, la procesión es encabezada por los representantes oficiales de la iglesia católica.
Otro de los eventos más significativos es el recorrido por la Via Dolorosa o Vía Crucis, el último camino que recorrió Jesús antes de ser crucificado y enterrado. Los peregrinos comienzan su andar desde la Puerta de León en el barrio musulmán hasta llegar a la iglesia del Santo Sepulcro.