La ciudad de Biárritiz, frente al Mar Cantábrico, Francia, es un lugar rico en estilo e historia. Ha sido un sitio de veraneo desde que en 1855, la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, convenció a su amado de construir una casa de descanso junto a la playa. Así nació “La villa Eugenia”, un palacio levantado en sólo 6 meses para recibir a la pareja imperial cada verano, que llegaba seguida de toda la corte ansiosa de hacer lo mismo que ellos.
Ya hace más de un siglo de eso, pero la tradición de descanso nunca pasó de moda, y ahora la villa es un monumento histórico convertido en el lujoso Hôtel Du Palais, que pertenece a la ciudad pero sigue recibiendo a huéspedes en busca de lo mismo que Eugenia: un descanso absoluto.
Foto: Picasa
Aunque ha sido restaurado continuamente, aún conserva la esencia de realeza que lo caracteriza. Cada detalle de la decoración está inspirado en los gustos de la propia emperatriz y las suites están nombradas en honor a personajes importantes que se han quedado en el palacio, desde Gary Cooper hasta Charles Chaplin, Ernest Hemingway y Frank Sinatra.
Estando ahí no puedes perderte su Spa de Guerlain, la marca de belleza favorita de la emperatriz Eugenia que desde 1828 se encargaba de crear productos y perfumes para la pareja real, y es por eso que sigue dando servicio a los nuevos habitantes temporales del palacio. Después de tu tratamiento, entra a la piscina techada de estilo romano o la piscina exterior con agua traída del océano y calentada a 27 grados. Así tendrás una probadita de lo que se siente ser rey, una vez logrado, sal a conocer tu reino.
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Es indispensable dar un paseo y llegar caminando a la Virgen de la roca, una escultura que se levanta sobre un puente para cuidar a los barcos que llegan a Biárritz, desde ahí tendras una vista excepcional del atardecer y los montes pririneos. La capilla imperial, construida en 1864 para la emperatriz Eugenia con decoración exquisita, es otra de las visitas necesarias.
Después te recomendamos entrar al Museo del Chocolate, en el que verás una colección única que su dueño ha reunido a lo largo de años para mostrarte desde las culturas prehispánicas que manejaban el cacao, hasta anuncios antiguos de chocolate de todo el mundo, esculturas hechas en este material y una tienda que será el paraíso de los amantes del dulce, con barras hechas con granos provenientes de varios países pero artesanalmente creados en el museo.
Foto: Dutourdumonde Photography
Otro de los atractivos de esta ciudad francesa es que ha sido nombrada la capital del surf europea, y todos los días los intrépidos deportistas retan a las olas por diversión. Sin embargo, andar a pie por la ciudad será de lo más relajante en tus vacaciones, puedes disfrutar de la arquitectura mixta del lugar con estilos típicamente franceses, españoles, y decenas de palacetes que recuerdan a los tiempos del imperio; entrar al casino para probar tu suerte o sentarte a comer en la terraza de uno de los restaurantes del puerto.
En Biárritz vivirás un viaje atrás en el tiempo para ser testigo de la belleza en todas sus formas, una ciudad tan cálida y llena de grandeza, quizá aún más hoy de lo que fue en su glorioso pasado.
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