Bucea o simplemente zambúllete en las aguas cristalinas de esas majestuosas formaciones geológicas que fueron consideradas sagradas por los mayas.
La historia de los cenotes de Yucatán nos transporta al corazón de la selva maya, a los altares de ceremonias y rituales religiosos, al umbral del inframundo, a las ofrendas de oro y jade depositadas en honor de los dioses. Si bien todos estos vestigios y las historias que nos cuentan son de gran importancia y valor arqueológico, la belleza y magnificencia de su interior, con sus aguas cristalinas y los paisajes que ofrecen las formaciones rocosas creadas a través de millones de años son, ciertamente, invaluables.
Sin entrar en detalles, los cenotes son depresiones de la tierra inundadas de agua. En su interior podrás apreciar procesiones de formas geológicas de imponente belleza, lo mismo que raíces de árboles de gran tamaño que descienden desde tierra firme, hasta tocar el agua en lo profundo de la cueva en una admirable demostración de supervivencia. En estos pozos de agua se puede sentir el poder infinito de la calma, de la tranquilidad, del silencio. Desde abajo, se aprecian formas inusuales en lo alto de la bóveda. Si esnorqueleas, podrás sentir el vértigo de flotar sobre inmensos abismos que se interrumpen por torres de piedra emergiendo como atalayas y habitáculos donde, cuenta una leyenda del Mayab, viven aún los aluxes. Ahora bien, si buceas en sus profundidades, te transportarás a un mundo de misterio.
En algunos cenotes de la Península de Yucatán se encuentran también entradas a ríos subterráneos como los sistemas Sac Aktun y Ox Bel Ha clasificada hasta hoy como la cueva más larga (inundada o no) en México, y la novena del planeta, con más de 182,000 metros de longitud. El sistema continúa siendo explorado por el espeleólogo buzo Sam Meacham y su grupo de exploradores. Asimismo se han encontrado cenotes que, en su interior, guardan vestigios de restos humanos y fauna del Pleistoceno. Cuenta el Chilam Balam que las mujeres mayas realizaban el rito llamado Kay Nicté -canto a la flor de mayo- durante las noches de luna llena. En esta ceremonia la mujer que ansiaba tener un hombre o ver de vuelta al que la hubiere abandonado, se sumergía en un cenote, y el resto de ellas danzaba a su alrededor recitando fórmulas mágicas, ordenando al hombre venir, o regresar a ella como "manso animal doméstico".
En la Península de Yucatán existen más de 7,000 cenotes y cavernas, de los cuales, según los expertos, unos 142 son accesibles para visitas turísticas y práctica de actividades como nado, esnórquel y espeleo-buceo.
Tres cenotes yucatecos
X-Batun (San Antonio Mulix, Uman). Se llega al agua a través de una pendiente natural de aproximadamente 20 metros. El agua es transparente, de un intenso color azul y la superficie está cubierta por un lirio acuático que se abre por las mañanas y se cierra cuando llega la tarde. En sus aguas habitan peces pequeños y organismos que se han adaptado a un mundo de noche perpetua. Es apto para nadar y practicar el buceo en cavernas, pero no el abierto, porque la bóveda está sumergida. La vegetación circundante ofrece albergue a varias especies de aves como el tho, yuya, xtacay y tórtolas. Las raíces de árboles que cuelgan sobre la entrada, le dan una apariencia exótica. La entrada a la caverna es reducida y tiene mucho sedimento. Una vez en la cueva, se pueden apreciar sus 2 entradas de luz. Es de los pocos cenotes que tienen vegetación acuática. La caverna cuenta con una amplia línea de vida. Es apropiado para esnorquelear, ya que tiene un área amplia con una profundidad de 1.5 metros. El acceso es muy sencillo por la escalera de concreto. Cuenta con dos palapas de descanso, estacionamiento, área para acampar, área para fogata y servicios de guías locales.
Ik Kil (Pisté, Tinum). Este hermoso lugar presenta cavernas conectadas por una red de ríos subterráneos. Se encuentra a 1.5 kilómetros aproximadamente de la ciudad maya de Chichén Itzá, y en su superficie encontramos el Ik kil Inn, que es un albergue equipado con todo tipo de servicios: restaurante con buffet, regaderas, baños, tienda de recuerdos y alquiler de toallas y salvavidas. Ahora, si quieres quedarte a pasar la noche, también se puede, hay cabañas de renta dentro de este parque ecológico. Para acceder al cenote hay que bajar por unas largas escaleras a lo largo de las cuales hay un par de miradores desde los que se aprecia este lugar divino.
X-Canché (Hunukú, Temozón). Caminatas por la selva tropical, paseos en bicicleta, observación de flora y fauna, aventura en la tirolesa o rappel… tú decides qué actividad practicar al llegar a X-Canché y, claro, todo esto antes de bajar la rústica escalera que te llevará a un puente que cuelga sobre las aguas del cenote. Y, después de tanta emoción, un buen chapuzón en las cristalinas aguas de esta hermosa poza. Al salir podrás disfrutar de las delicias de la cocina del mayab para después descansar bajo una palapa arrullándote sobre una hamaca. El lugar cuenta con zona de campamento, área de descanso con baños y vestidores.
VISITAS GUIADAS
– Alltournative Off Track Adventures www.alltournative.com
– Río Secreto Reserva Natural www.riosecreto.com
DÓNDE HOSPEDARSE
– Las Villas Akumal www.lasvillasakumal.com
admin@lasvillasakumal.com Teléfono: 01 (984) 875-7050
ECOTURISMO
El desarrollo ecoturístico en los cenotes y ríos subterráneos provee de recursos a los habitantes de la región. Cada vez más lugareños abren las puertas de sus tierras al público, ofreciendo facilidades turísticas. Los proveedores de visitas guiadas hasta los cenotes suelen incluir equipo. Tú sólo deberás llevar traje de baño y ropa cómoda. Tomar una ducha antes de sumergirte en el cenote es fundamental para no contaminar el agua con sustancias químicas como cremas. Es peligroso visitar un cenote en solitario. Nunca olvides que estos lugares eran considerados sagrados por los mayas.