Bangkok es la capital del segundo país más budista del mundo. Aquí, el «turismo espiritual» entra en comunión con el gastronómico
Desde la llegada de los primeros misioneros budistas, hace miles de años, el ‘Noble Óctuple Sendero’ y las ‘Cuatro Nobles Verdades’ se han convertido en importantes pilares culturales en el sudeste asiático. Hoy, nueve de cada diez tailandeses se identifican como budistas.
Y no es para menos; en sus más de 2 mil años de historia, esta religión ha inspirado la edificación de templos majestuosos y estatuas colosales. Algunas incluso superan los 100 metros de altura.
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Ya sea que busques una experiencia espiritual, maravillarte con su ancestral arquitectura o simplemente experimentar un abanico de sabores intensos con su gastronomía, Bangkok promete satisfacer el hambre de todas tus dimensiones.
El renacimiento de un antiguo templo
A las afueras de Bangkok, algunos kilómetros hacia el norte, se encuentra Ayutthaya: una ciudad histórica de casi 700 años de antigüedad. Wat Chaiwatthanaram, el templo principal, es una auténtica maravilla cultural.
Si asistes en la temporada correcta, podrás participar en uno de los populares recorridos nocturnos. Aún si eres completamente ajeno al budismo, su belleza nocturna iluminando la orilla del río Chao Phraya seguro tocará con calor y delicadeza las fibras sensibles de tu corazón.
Desde una terrible inundación en 2011, que deterioró la zona arqueológica y la infraestructura turística, las labores de restauración le han dado un nuevo aire al templo.
De vuelta a la gran ciudad. Un masaje en Wat Pho
Si bien no es tan grande como el anterior, la importancia histórica y la belleza del templo Wat Pho lo vuelve una experiencia imperdible. Tan solo ver al enorme ‘Buda reclinado’ en su interior hace que la visita valga la pena; casi pareciera que estaba esperándote.
Este templo alguna vez fue el principal centro de estudios sobre ciencia, medicina y literatura en la ciudad. En la medicina tradicional tailandesa, los masajes son considerados una poderosa herramienta de sanación.
Por su antigüedad y complejidad, las técnicas y secretos del masaje tailandés son tan complejas que han sido nombradas ‘Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad’ por la UNESCO. Por alrededor de 10 dólares, puedes llevarte una experiencia sanadora de hasta 30 minutos.
Mercado de Chatuchak. ¡A comer!
La cocina tailandesa aprovecha muy bien tanto las especias secas como los ingredientes frescos. Si eres fanático de los sabores fuertes, esta será una comida inolvidable. Eso sí, la «gastronomia thai» usa elementos que podrían causarte alergias, como nueces, moluscos y gluten.
Estos son algunos de los mejores platillos que hallarás en las vibrantes calles del mercado:
- Tom Yum Goong: Sopa picante con camarones
- Khao Soi: Una sopa de fideos en un caldo de curry con coco
- Moo Pad Krapow: Un guiso de cerdo molido, emplatado con arroz y un huevo.
- Khao Niew Mamuang: Postre de arroz dulce con mango
- Roti: Un pan dulce, similar a un panqueque
Además de probar comida deliciosa, en el mercado podrás llevarte de artículos artesanales somo ropa o souvenirs.
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