El Salar de Uyuni es un paisaje surrealista de planicies blancas y un espejo natural que refleja el cielo durante la temporada de lluvias.
El desierto salado más grande del mundo está ubicado a unos 3,656 metros sobre el nivel del mar, en Bolivia. Llegar allí es una travesía, pero la recompensa es incomparable: el cielo infinito reflejado en un manto cristalino. El Salar de Uyuni ofrece imágenes impresionantes que parecen sacadas de otro mundo, donde no solo las nubes son un espectáculo, el cielo estrellado y las auroras también toman otra dimensión.
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El Salar de Uyuni, el cielo sobre el agua
Este vasto desierto blanco se formó a partir de lagos prehistóricos que se evaporaron, dejando atrás una capa de sal y minerales, al emerger la formación de la cordillera de los Andes. El Salar de Uyuni no solo es una maravilla natural de 10,582 kilómetros cuadrado, sino también una valiosa fuente de recursos. Contiene enormes depósitos de sal, estimados en 10 mil millones de toneladas, y alberga posiblemente el mayor depósito de litio, un mineral crucial para la industria tecnológica.
Llamado también «espejo del cielo», el salar atrae cada año a millones de personas por sus paisajes únicos que reflejan el cielo de manera perfecta durante la temporada de lluvias. Aunque el resto del año también ofrece escenarios naturales dignos de presenciar.
¿Cómo llegar al Salar de Uyuni en Bolivia?
Desde la capital de Bolivia, La Paz, se puede llegar al Salar de Uyuni principalmente por avión o por carretera. Existen vuelos directos a la pequeña ciudad de Uyuni desde La Paz, el traslado dura una hora. Aunque también se puede optar por un viaje en autobús que suele durar alrededor de 10 a 12 horas, dependiendo de las condiciones del camino.
También existen servicios que incluyen la visita al salar como una parada en un recorrido por varios destinos en el Altiplano, generalmente realizado en vehículos privados por carretera. Si viajas desde Perú, Chile o Argentina, puedes consultar las rutas aquí.
¿Cual es la mejor temporada para ir?
La estación seca en Uyuni es de mayo a octubre, cuando el clima es más estable y las llanuras de sal se secan y los visitantes pueden caminar o conducir a través de ella. De diciembre a abril llega la temporada de lluvias, formando el espectacular espejo; sin embargo, las visitas pueden suspenderse por fuertes precipitaciones. La temporada alta de visitantes es de junio a agosto.
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No olvides que estás en los Andes
Una vez en Uyuni, los viajeros pueden explorar el salar a través de diversas excursiones. Las opciones incluyen tours en vehículos todoterreno que llevan a los visitantes a puntos destacados como la Isla Incahuasi, conocida por sus cactus gigantes, y las lagunas coloridas que contrastan con el blanco brillante del salar. Las noches claras ofrecen la oportunidad de presenciar espectaculares vistas del cielo estrellado sobre la inmensidad. En el lugar también hay hoteles de sal para pasar la noche.
Este lugar está a 3,656 metros sobre el nivel del mar, lo que puede provocar mal de montaña por los bajos niveles de oxígeno con síntomas como dolor de cabeza, náuseas y dificultad para respirar.
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