Te damos algunos consejos para que logres capturar buenos recuerdos de tus viajes.
Fotografiar el agua tiene sus trucos: el agua refleja los colores del cielo. Si está nublado, la superficie acuática siempre se verá gris. Es la luz del sol la que no sólo le da brillos y reflejos, sino su color real, ya sea azules, turquesas, aguamarinas o verdosos. A partir de media mañana y hasta media tarde, la luz del sol te permitirá retratar el color del agua tal como la vez. Las horas cercanas al amanecer y atardecer, te darán superficies de agua con tonos más brillosos.- Mario Cherrutti.
Si estás entre dunas. Las condiciones del desierto son siempre duras para el equipo de fotografía y pueden causar daño en el funcionamiento de los objetivos y la cámara. Protege tu equipo con una buena maleta y evita cambiar de objetivo a la intemperie. Si es necesario, hazlo en un lugar donde no sople el viento y asegúrate de apagar la cámara para evitar que la carga electromagnética del sensor atraiga partículas de polvo y arena.
Al fotografiar un paisaje natural, lo ideal es aplicar la mayor profundidad de campo posible. Para lograr esto, cierra el diafragma de la cámara fotográfica, utiliza un tiempo de exposición largo y practica el concepto de distancia hiperfocal. Es recomendable utilizar un trípode para mantener la imagen estable, o subir la sensibilidad ISO para obtener un resultado nítido. Para identificar el centro de interés, analiza detenidamente el fondo, toma en cuenta el tipo de cielo, el horizonte y enfoca la lente en un punto de interés.
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