Guía para visitar la tierra brasileña de Salvador Bahía en un fin de semana.
Aunque la capital del estado de Bahía es decididamente tercermundista y carece de la sofisticación de Río, también tienen un encanto especial, una especie de melancolía alegre y despreocupada. En definitiva, es un viaje perfecto de fin de semana. Aquí te presentamos algunas sugerencias:
VIERNES: Ábrete camino hacia la parte más alta y valiosa de la ciudad: el barrio viejo, llamado Pelourinho. Fue designado Patrimonio de la Humanidad en 1985 y además de sus cientos de edificios antiguos, tiene la vibra más bohemia y los colores más vivos de Salvador.
Dedica la mañana a explorar algunos de los edificios coloniales más vistosos de Brasil, entre ellos la Iglesia de San Francisco y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de los Negros.
SABADO: Aunque Salvador tiene varias playas, vale la pena explorar las de la costa norte por la Linha Verde o carretera costera, llegando al menos hasta Praia do Forte. Este es un desarrollo turístico con un toque ecológico, por lo que no hay grandes edificios. Además, hay infinidad de restaurantes y comercios de todo tipo conectados por agradables andadores entre palmeras. Si buscas una playa más amplia y solitaria, haz una parada en Guarajuba.
DOMINGO: Después de un buen desayuno con jugo natural e maracuyá y crepas de tapioca tendrás energía para conocer la famosa iglesia del Señor de Bonfim, considerada uno de los lugares más milagrosos de Brasil.
De regreso al centro de Salvador camina entre el Farol de Barra y Morro de Cristo, un montículo a cuya sima suben las parejas a ver el atardecer.
Dónde hospedarse: Hotel Villa Bahía (es.lavillabahia.com) y Casa do Amarelindo (casadoamarelindo.com).