Aquí te compartimos su historia.
Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el ave fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.
Los primeros cristianos consideraron al huevo como un símbolo de la resurrección de Jesús. En la Edad Media, cuando llegaba la Pascua los huevos, que eran de gallina o de pato, se pintaban de colores y se consideraban objetos muy preciados. En esta época del año se realizaba el ?festín del huevo? porque representaba el regocijo y la vuelta a la alegría. Con el paso del tiempo, se mantuvo la costumbre de celebrar la Pascu consumiendo y regalando huevos.
Al principio del siglo 19, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro. Las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol.
Actualmente, en algunos países de Europa, como Italia, en el Domingo de Ramos muchas familias llevan huevos a la iglesia para bendecirlos y consumirlos en el Domingo de Resurrección. Por otro lado, en las iglesias de Estados Unidos los niños realizan una búsqueda de huevos de chocolate o de plástico con golosinas dentro. La razón principal es por el gozo de la resurrección del Señor que es dulce.
Este año 2017, el Papa Francisco entregó huevos de Pascua a los niños que están en el centro de acogida de Cáritas Roma.
Via: ACI Prensa