Café, música, ron y playa, además de precios bajos.
Cerca de la Catedral en La Habana Vieja se puede ver desde hace años a bailadores dando brincos en zancos. El dueño de un perro presenta a su mascota con capa y gafas de sol. Señoras jóvenes y viejas con vestidos históricos multicolores sonríen y piden que les saquen una foto. Todos tienden la mano decentemente. También los turistas que han estado varias veces en la Habana regresan una y otra vez al centro histórico. Hay una mezcla excitante de cafés, músicos callejeros, habaneros que callejean, así como extranjeros asombrados sacando fotos. Sin embargo, basta con estar un par de horas aquí, porque La Habana tiene más cosas que ofrecer.
Sobre todo los turistas individuales, cuyo número sigue creciendo, se alegran de los bajos precios. Dependiendo del amueblamiento y la ubicación, el alojamiento para dos personas en una casa particular cuesta por noche una cantidad equivalente a entre 20 y 40 dólares. A los turistas les gusta sobre todo La Habana Vieja y el barrio contiguo, Centro Habana, situado al oeste, todo en un radio de poco más de un kilómetro alrededor del Parque Central. Desde este lugar se puede llegar a pie a muchos sitios interesantes.
Quien quiera conocer la vida cotidiana de Cuba puede dar un paseo por su cuenta caminando durante casi una hora por el barrio de Vedado, por ejemplo. Conviene llevar dos tipos de monedas en el bolsillo: una de ellas es el CUC, el peso convertible, cuyo cambio está equiparado al dólar. El banco da por cada CUC 24 pesos cubanos (CUP). A la mayoría de los cubanos se les paga su salario en esta moneda nacional.
Muchas veces, la cuenta que hay que pagar depende de la moneda que se use. Por un CUC se puede comprar en un café para turistas una copita de ron o una pequeña taza de café cubano. Por la misma cantidad te sirven hasta ocho copitas en el bar de la esquina, donde se consumen grandes cantidades de alcohol y cuyos baños generalmente no tienen agua. La cuenta, 24 pesos, se paga en moneda nacional. Solo un tipo tacaño no dejaría ninguna propina después de pagar esta cantidad tan pequeña.
En la calle lateral del hospital Hermanos Ameijeiras para un camión para reponer las existencias. Aquí hay una tienda donde las botellas que llevan consigo los clientes se llenan con el ron más barato del contenedor. En un comedor cercano, un helado cuesta tres pesos, un plato de pollo con arroz 20 pesos y el minicafé, que está hecho de auténticos granos negros, un peso. Una señora ofrece manicura por 15 pesos.
En el cercano Callejón de Hamel hay en domingo una sesión de rumba. Santiago, el principal bailador, anima a la banda a tocar ritmos afrocubanos cada vez más calientes. Muchos cubanos y algunos turistas comienzan a bailar al compás de la música. A una distancia de 15 minutos andando hay un sitio especial para disfrutar de un helado. La cadena estatal y el parque homónimo se llaman Coppelia. Nos ponemos en una de las colas con muchos niños. El precio de una bola de helado, que cuesta un peso, está subvencionado por el Estado, por supuesto. Muchos piden enormes porciones. También los extranjeros pueden pagar en moneda nacional.
Quien busque alojamiento acompañado por un guía cubano o un nuevo amigo generalmente paga por día una cantidad adicional de cinco CUC, muchas veces sin saberlo. El dueño de la casa-pensión entrega esta comisión decentemente al intermediario, que también podría ser su vecino. Ese intermediario o «amigo» puede ganar en un mes diez veces más que una vendedora, un profesor o un médico, que percibe un salario mensual equivalente a entre 20 y 35 euros (entre 25 y 40 dólares). Muchas veces, para un extranjero la ayuda de un cubano también puede valer la pena, porque no son muchos los turistas que visitan la capital cubana que encuentran por 35 CUC, incluida la comisión, un bonito apartamento individual con balcón y vistas al mar Caribe, al Malecón y a la fortaleza del Morro.
Quien pernocta en una casa particular tiene contacto con la familia: puede ir de compras con la abuela al mercado campesino, el padre les presenta a sus amigos del dominó o el hijo acompaña al huésped a ver un partido de fútbol o béisbol. Los vecinos que charlan entre ellos, la reparación de coches: todo se desarrolla en la calle. Todo el mundo ayuda a todo el mundo. En la calle de Aguilla, cerca del Malecón, sale de un altavoz música atronadora. Una pareja está bailando en la acera.
No pocas personas que visitan La Habana durante un tiempo más largo pueden estar hartas de comer pollo, pescado, arroz y frijoles o de beber gaseosas y cócteles de ron anhelando en su lugar una buena cerveza fría. La «Factoría», en la Plaza Vieja, elabora tres tipos de cerveza: clara, oscura y negra. El vaso grande cuesta dos CUC. Los turistas que visitan este restaurante estatal pueden observar el proceso de producción y disfrutar afuera de la vista de la plaza con sus arcadas, galerías y boutiques.
El restaurante privado «Henky’s», situado cerca de la Plaza Vieja, en la esquina de Compostella con Amargura, es relativamente nuevo. El restaurante fue inaugurado por alemanes y cubanos en recuerdo del escritor alemán Henky Hentschel (1940-2012), quien vivió en La Habana. «La salchicha frita estilo alemán es un éxito total», dice uno de los fundadores del restaurante, Jochen Beckmann, quien lleva trabajando muchos años en Cuba como director de documentales y periodista.
Un austriaco de 60 años, originario de Viena, también alaba la calidad de la salchicha. «Aquí todo está en orden, también la cuenta», dice. Lo que quiere decir es que los turistas de buena fe que no saben manejar bien los pesos muchas veces pagan demasiado en numerosos restaurantes del centro histórico, sin darse cuenta. Quien se toma un poco de tiempo para repasar la cuenta evita el engaño.
Las playas al este de La Habana invitan a relajarse y bañarse. A las siete de la mañana aún no hay largas colas en la parada de autobús de la estación central. El viaje a la playa cuesta 40 centavos.
Información básica
Cuándo viajar: Todo el año es apropiado para viajar a Cuba. Entre noviembre y abril llueve poco. Entre junio y noviembre pueden producirse huracanes.
Tips: Los cajeros automáticos aceptan tarjetas de crédito de muchos bancos. La comisión que se cobra en Cuba es de alrededor de un ocho por ciento.
Los autos tipicos de la Habana se pueden alquilar en el Parque Central.