Calor del verano: listo; playa bonita: listo; diversión: cortesía de los hoteles en Punta del Este.
DE DISEÑADOR
Llega el verano y Punta del Este se prepara para recibir el aluvión de turistas que la visitan cada año. Y para demostrar que Punta no es tan sólo una playa bonita, la diversión llega también de la mano de los hoteles. Aquí es posible pasar la noche en una joya de la arquitectura mundial, aplaudir la caída del sol tomando una caipiriña, cenar rodeado de una colección de telas del Turkistán o divertirse en el casino hasta la madrugada.
El nombre de la ciudad se debe justamente a que se trata de una península que se adentra en el mar y divide las playas en dos, la Brava, abierta al Atlántico y con un mar agitado, y la Mansa, vuelta hacia el río de la Plata, de mar sereno. En la península está el puerto, la avenida principal Gorlero con bares y negocios, y la plaza de artesanos.
Universo Conrad
El Conrad Resort & Casino (www.conrad.com.uy) es un edificio colosal de arquitectura futurista visible desde la península. Se trata de un hotel cinco estrellas que es todo un universo. Es el hotel que eligen las celebridades internacionales para hospedarse, a punto tal que la suite Conrad ?con sus lujosos 300 metros en dos pisos a 7500 dólares la noche? la llaman la suite Luis Miguel porque es la preferida del cantante. El hotel tiene diecisiete pisos con 296 habitaciones, todas con balcón y vistas a la Mansa, a la península o a la Brava. Este hotel tiene verdaderos fanáticos que vuelven todos los años porque aquí la diversión no para. Además del casino, abierto las 24 horas, con 560 slots y 72 mesas de ruleta, póker y black jack, entre otros juegos, hay shows de todo tipo, desfiles de moda y bingos. Cuenta con tres restaurantes: Las Brisas, frente al casino, que nunca cierra, y St. Tropez y Manjares, que abren sólo por la noche. St. Tropez está reservado para la alta cocina en un ambiente sofisticado ?preparan un postre de chocolate con un baño de oro comestible?, y en Manjares organizan noches temáticas muy divertidas dedicadas a la cultura de Oriente Medio. Hay un enorme gimnasio con vista a la playa y un spa con tratamientos originales como el Luz del Mediterráneo, realizado con las gotas de una vela o el Brisas del Amanecer, realizado con aloe vera y menta que llevan a la relajación profunda. Ofrecen también un tratamiento de playa muy seductor.
Tarifas desde 400 dólares a partir del 24 y 500 durante todo el mes de enero. Incluye desayuno, ingreso al spa y al casino. Parada 4 Playa Mansa Tel. (598) 4249-1111.
Arquitectura catalana
Alejado del centro, sobre la playa de Portezuelo, está La Solana del Mar (www.solanadelmar.com.uy), un exquisito hotel boutique declarado Monumento Histórico Nacional debido a que fue construido en 1947 por el reconocido arquitecto catalán Antonio Bonet. Posee apenas cinco habitaciones, todas con salida individual a la playa, de una soberbia decoración que se apoya en el mobiliario original de Bonet, incluido el famoso sillón BKF (las siglas corresponden a Bonet, Kurchan, Ferrari). A esto se suma, toallas de 600 gramos, sábanas de 500 hilos y una gastronomía gourmet en manos de Graciela Ferreres, a cargo del restaurante Bonet, que ha ideado platos de origen catalán con productos locales. En otra época, las mujeres iban a cenar vestidas de largo, los hombres de etiqueta, mientras tocaban orquestas en vivo y los comensales eran atendidos por mozos de guante blanco. Este hotel apasiona a los amantes del diseño y la arquitectura y a quienes buscan silencio y tranquilidad.
Tarifas desde 350 dólares. Ruta Interbalnearia Km. 118, Punta Ballena Tel. (598) 4257-8044.
Paz en la cumbre
Además de playas y bosques, Punta del Este tiene varias lagunas y algunas colinas. Una de ellas es la Laguna del Sauce, bordeada por la sierra de Punta Ballena. Allí, a 250 metros sobre el nivel del mar y a 4 kilómetros de la costa, está el hotel Las Cumbres (www.cumbres.com.uy), encantador hospedaje de tan sólo 19 habitaciones y nueve suites, exquisitamente decoradas por sus dueños, viajeros empedernidos que traen telas, objetos, esculturas y tallas sobre todo del Turkistán y África. Habitaciones, pasillos, vestíbulo, salas y demás rincones son una excusa para toparse con una colección de animalitos de bronce, una máscara ritual o un traje de casamiento mongol. Afuera, la fiesta le da la vista a la laguna por un lado, donde el sol se pone, y a la península por el otro, con sus torres en el centro de Punta del Este. Muy recomendable es la gastronomía y cava y su «high tea», que bien reemplaza una cena.
Tarifas desde 185 dólares habitación doble. Ruta Nacional Nº 12, km 3,9, Laguna del Sauce. Tel. (598) 4257-8689.
El templo de Páez Vilaró
Casapueblo (www.clubhotel.com.ar) es la postal con la que suele identificarse a Punta del Este. Un castillo de aristas blancas enclavado en la sierra rocosa de Punta Ballena, que el polifacético artista uruguayo Carlos Páez Vilaró empezó a levantar con sus propias manos en 1960 como una escultura donde podría vivir, pintar y recibir a sus amigos. Ubicado a 10 minutos del aeropuerto internacional y a 13 kilómetros del centro comercial de Punta del Este, hoy alberga el Museo-Taller con las obras del artista y 73 departamentos, todos con magníficas terrazas desde las que se disfruta de un espectáculo distinto cada día: las puestas de sol que suelen terminar en sonoros aplausos. Hay departamentos de uno a cuatro ambientes, cada uno con una decoración diferente. En temporada se imparten clases de yoga y cuenta con piscina climatizada con vista al mar. El Museo-Taller tiene su entrada independiente y allí se realiza desde 1994 la ceremonia del sol cada atardecer.
Tarifas desde desde 460 dólares. Punta Ballena. Tel. (598) 4257-8611.
Relax en la barra
La Barra es la zona preferida por las galerías de arte y los negocios de decoración. Allí, en medio del bosque y a pocas cuadras del mar, está Mantra Resort & Casino (www.mantraresort.com), un edificio de dos pisos con 88 espaciosas habitaciones y 12 suites con terrazas, rodeadas de jardines y árboles añosos como para relajar cuerpo y mente.
El corazón del hotel es una enorme piscina y su restaurante Zafferano (con un menú envidiable), unidos por el solárium donde también hay mesas. La decoración minimalista y los detalles de lujo como las sábanas italianas de Casa Poggesi, generan un clima moderno y cálido. Pensada como el yin y el yan, dos caminos techados cruzan el jardín hacia el área Plaza, donde está el Casino con 188 slots y varias mesas, el wine bar, la heladería, tiendas y el cine.
El gimnasio y el spa, de original diseño circular, ofrecen programas personalizados que combinan medicina ayurvédica con tratamientos faciales y corporales. Otro servicio es el transporte del hotel que lleva a los huéspedes hasta el punto de playa, donde hay un restaurante-bar con servicio de repostería y sombrillas.
Tarifas desde 490 dólares a partir del 10 de enero. Ruta 10, Parada 48 Av. Jaureguiberry y Ante Milat. Tel. (598) 4277-1000.