A 124 años de que Stoker publicó su obra, otra amenaza azota al mundo. El Castillo de Drácula, en Rumania, será un centro de vacunación COVID-19.
La primera carta que se incluye en la obra magna de Bram Stoker abre describiendo el paso de la civilización occidental a lo que el narrador identifica como el comienzo de Oriente. Del otro lado del Danubio, habría de encontrarse con una finca imperial deslavada por el tiempo, el Castillo de Drácula:
«La impresión que tuve fue que estábamos saliendo de Occidente y entrando en Oriente; el más occidental de los espléndidos puentes sobre el Danubio, que es aquí de noble profundidad y profundidad, nos llevó entre las tradiciones del dominio turco».
Ese mismo halo de misterio morboso rodea al castillo real que inspiró la novela epistolar de Stoker. En la actual Rumania, el inmueble recibe millones de turistas al año. Así como en el siglo XIX atrajo la atención de artistas de la corriente literaria gótica, en la actualidad, figurará como un centro de vacunación COVID-19.
Castillo de Drácula: un sitio de vacunación poco convencional
Hace 200 años, el Castillo de Drácula atrajo la atención de Europa por haber sido habitado por el espíritu de un noble de intenciones oscuras. En la actualidad, parece que provoca más miedo recibir la vacunación por COVID-19 que ser atacado por el Conde Drácula.
El castillo está localizado en un valle entre las montañas de los Cárpatos, y lleva el nombre oficialmente de Castillo de Bran. Durante el siglo XV, se le asoció al príncipe rumano Vlad Tepes, quien disfrutaba de empalmar a sus adversarios políticos y enemigos. A pesar de eso, hay evidencia de que él nunca habitó ahí.
El fin de semana pasado, el gobierno rumano estableció el sitio como un centro de vacunación para la población. Un ingeniero local de casi 40 años señaló lo siguiente con respecto a la experiencia: «Vine a visitar el castillo con mi familia y cuando vi el cartel me armé de valor y acepté ponerme la inyección», dijo.
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Un certificado de «audacia y responsabilidad»
A las personas «valientes» que reciben la inoculación, se les da un certificado que da fe sobre su «audacia y responsabilidad«. Con este documento, los vacunados serán bienvenidos al castillo durante el próximo siglo. Para concretar esta invitación vitalicia, se les regala un recorrido por la cámara de la tortura.
A 124 años de que Stoker publicó su obra, otra amenaza azota al mundo. Ya no se trata de un príncipe sanguinario que está a la caza de adversarios que empalar, sino de un virus que ha mantenido a las personas en casa durante más de un año. Sin embargo, no es la primera vez que el Estado Rumano hace jornadas en espacios públicos.
Por el contrario, las campañas de vacunación locales se han descrito como «maratones». Durante 24 horas, se abren sitios turísticos y espacios públicos —como la Biblioteca Nacional de Bucarest— en un afán de proteger al mayor número de ciudadanos posible.
Para lograrlo, se diseñaron micrositios para agendar la cita. De los 19 millones de habitantes, se tiene registro de que 3.6 millones ya están vacunados. Para final de verano, se estima que se pueda sobrepasar los 5 millones. La estrategia, tal parece, ha resultado efectiva.
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