En el estrecho más bello del mundo

El sitio para vivir momentos relajados en Dinamarca, con comidas en la playa y exposiciones en museos.

Kim Madsen dice que está un poco loco por tratar de cultivar viñedos en Dinamarca, en el crudo clima de Jutlandia. "La mayoría de las variedades que producen buenos vinos franceses y españoles no pueden crecer en nuestro suelo y en este clima", dice Madsen. Esas variedades necesitan mucho calor, mucho sol y tierra buena. Todo esto escasea en Jutlandia.

Y hay otro problema para los pocos viticultores en esta región de Dinamarca: no existe un instituto enológico o un centro de formación donde se junten y analicen los datos reunidos por los productores. La estrategia de Madsen es esta: "Ensayar y aprender de los errores". Tiene seis hectáreas de tierra donde crecen 26 tipos diferentes de uva. "Actualmente estamos realizando tantos tests que apenas producimos vinos".

Durante muchas décadas, el estrecho del Pequeño Belt, entre Jutlandia y la isla de Fionia, era conocido por la pesca de la ballena. Los pescadores cazaban marsopas, un cetáceo que abunda en los alrededores de Middelfart, en la isla de Fionia. "Esos animales eran muy codiciados por su aceite de hígado", dice Peter Storm, director del museo de Middelfart. "Sin embargo, cuando el uso de petróleo se fue expandiendo cada vez más, prácticamente ya no se necesitaba el aceite". Hoy, las marsopas son una atracción turística.

"Matsvin" es el nombre que los daneses han dado a los hermanos pequeños de los delfines, cuya captura está prohibida actualmente. Estos animales alcanzan una longitud de 1.80 metros y viven hasta 25 años, indica Thyge Jensen, experto en marsopas. En ninguna parte del mundo hay tantos ejemplares de este cetáceo como en estas aguas danesas.

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Middelfart era desde la Edad Media la patria de los cazadores de marsopas. Debido a su ubicación en el lugar más estrecho del Pequeño Belt, la localidad, que hoy tiene unos 15,000 habitantes, se convirtió rápidamente en el puerto más importante entre Fionia y Jutlandia, explica Hendrik. Las coloridas casas de paredes entramadas y una hermosa iglesia de ladrillo son testigos del apogeo que había de caza de marsopas. Actualmente, sin embargo, Middelfart ha acogido en su seno a muchos artistas que llevan aquí una vida relajada.

Para Klaus Hansen, el Pequeño Belt es uno de los lugares más bonitos del mundo. Hansen, de origen alemán, regentea desde hace muchos años un camping en Sønder Stenderup, en la orilla occidental del Pequeño Belt. "Truchas de mar, abadejos y caballas – Aquí hay un montón de esos peces", dice entusiasmado este apasionado pescador de caña y buceador. Las marsopas también las ve con frecuencia. "Para nosotros son un buen indicador de que haya muchos peces en el Pequeño Belt.

Pasar un día en la playa, comer mejillones y pescado recién capturados y hacer una pequeña excursión en kayak: así son, idealmente, unas vacaciones en el Archipiélago Meridional de Fionia. Sin embargo, a veces también hace mal tiempo en verano. Entonces, los castillos, los museos y exposiciones de fama mundial invitan a una visita, al tiempo que personas tan singulares como Kim Madsen abren las puertas de sus fincas y talleres a los turistas. Las marsopas, por su parte, no distinguen entre sol y lluvia, dice Thyge Jensen. "Poder verlas siempre es una casualidad".

Información básica

El Archipiélago Meridional de Fionia abarca las aguas situadas al sur del Pequeño Belt y el Gran Belt, alrededor de la isla de Fionia, en el mar Báltico.

Cómo llegar: En avión a Copenhague y desde allí en coche de alquiler a Middelfart. El viaje dura poco más de dos horas.

Cuándo viajar: Los mejores meses para visitar la región son los meses de junio a agosto, cuando las temperaturas se sitúan entre 17 y 22 grados. Sin embargo, los bruscos cambios de tiempo no son infrecuentes.