National Geographic entrevista al Dalái Lama, líder religioso devoto a la paz, la disciplina y el respeto al prójimo.
Siempre sonriente. Objeto de controversia, admiración y culto. Luchador inagotable. Devoto de la paz, la disciplina y el respeto al prójimo. Tenzin Gyatso, «el océano de sabiduría», continúa el viaje que había iniciado hace ya 54 años, cuando la invasión china tomó el Tíbet. Hoy recorre el mundo compartiendo sus enseñanzas, sembrando su mensaje en la conciencia de la gente con un solo objetivo: hacer un mundo mejor.
Es la cuarta ocasión que el Dalái Lama visita México. La figura principal del Vajrayana, o budismo lamaísta, viene a encontrarse con la comunidad estudiantil en la Arena Ciudad de México a través de la conferencia titulada «Valores humanos fundamentales en la educación contemporánea». Minutos antes del evento, National Geographic en español tuvo acceso exclusivo a una entrevista privada con el líder religioso, la cual se publicará en la edición impresa del mes de diciembre de 2013.
La conferencia del líder religioso tibetano centró su atención en la forma y cuidado de la crianza de los hijos, su progreso mental y espiritual por medio de la educación en el seno familiar, donde el amor y la compasión debieran ser los ejes fundamentales de la sana convivencia en el hogar. De esta forma se estarían generando individuos preparados para enfrentar las problemáticas creadas durante el siglo pasado.
«Nosotros, la generación del siglo XX, hemos ocasionado muchos problemas en este planeta y está en ustedes, los del siglo XXI, poderlos resolver. Ustedes tienen que hacer que este sea un siglo de diálogo», señaló. Para el Dalái Lama, el siglo XX fue quizá el más importante en la historia debido al gran progreso científico y las innovaciones tecnológicas que generaron mucha prosperidad en la vida humana. Sin embargo, hubo también mucha violencia y tragedia, ocasionadas por el uso desmedido y egoísta de este desarrollo para provocar destrucción.
«Nuestra orientación debiera ser siempre para tratar de solucionar los problemas de forma no violenta, de forma pacífica. En este nuevo siglo tenemos que mantener este punto de vista, las cosas tienen que resolverse mediante el afecto, el respeto y la paz».
Para ello, explicó, se debe tener en cuenta dos puntos: «La visión por medio de la educación, una que nos enseñe a encarar las cosas de una manera holística, completa, para no ver solo un aspecto de la realidad, sino la totalidad. Esto se desarrolla con educación, con conocimiento. Nunca vamos a percibir un problema cuando lo encaramos desde un solo punto de vista. Por otro lado está la fuerza de voluntad, poder lograr las cosas. Eso se basa sobre todo en la confianza en nosotros mismos, y esta reside en tener los valores humanos muy claros y estar convencidos de ellos. Vivir de forma honesta con base en estos valores como un principio de vida. Así tendremos el poder y la voluntad para llevar a cabo aquello que tenemos que hacer para mejorar en este siglo».
Aseguró que los valores humanos son comunes a todas las religiones: el amor, el perdón, la compasión. Estos dan como resultado la calidez del corazón, lo necesario para que exista paz y diálogo en la sociedad; sin embargo, no son exclusivos de las religiones: «Si uno no es religioso, puede utilizar el sentido común, la ciencia, y nos vamos a dar cuenta de que también es necesario tener ese corazón cálido para aspirar a un cambio en el individuo que permita que este sea un nuevo siglo de diálogo y paz».
Finalmente, envió un último mensaje a los presentes antes de despedirse: «A los padres: muestren a sus hijos el mayor afecto. A los educadores: no solo enseñen conocimiento, enseñen también la importancia de lo que significa la compasión. Esa forma de enseñar no es simplemente con palabras, el niño tiene que percibir una preocupación honesta del maestro por su futuro».
National Geographic en Español publicará la entrevista exclusiva con el líder religioso del budismo tibetano, Tenzin Gyatso, el 14° Dalái Lama, en diciembre. Presentaremos de igual forma una serie de imágenes no publicadas desde la década de 1940 de la ciudad de Lhasa, las cuales mostraron al mundo una de las culturas más reservadas y uno de los sitios menos conocidos hasta entonces.
Las fotografías se vieron por primera vez solo algunos años antes de que el ejército chino obligara al Dalái Lama a exiliarse, comenzando así la matanza y desaparición de miles de creyentes y la destrucción de centros ceremoniales budistas del Tíbet durante la revolución comunista de Mao Zedong. Desde entonces, el líder tibetano ha recorrido el mundo para comunicar y difundir sus enseñanzas en aras de tener un planeta donde ideas y religiones puedan coexistir con respeto y en armonía. National Geographic en español se enorgullece de hacer eco de su mensaje.
Fotografías de Erick Pinedo
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