¿Están en peligro los grandes eventos deportivos en Alemania?

Las consecuencias de la decisión de la ciudadanía de Hamburgo al decir no a los Juegos Olímpicos.

¿Puede ser que los alemanes no quieran ya organizar más grandes eventos deportivos en el país? La decisión de la ciudadanía de Hamburgo de decir no a los Juegos Olímpicos plantea la pregunta, aunque el proyecto de albergar la Eurocopa de fútbol sigue adelante.

Los Juegos y la Eurocopa debían hacer de 2024 un gran año deportivo para Alemania. Sin embargo, el referéndum del 29 de noviembre en Hamburgo, que rechazó la candidatura olímpica, demostró que mucha gente es cada vez más escéptica ante los proyectos ambiciosos.

El voto en la ciudad del norte de Alemania es solo el último ejemplo. También hubo resistencia popular al aeropuerto berlinés BER y a los planes de unos Juegos invernales en 2018 en Múnich y Garmisch-Partenkirchen.

Lee: Pasión olímpica

¿Pero qué efectos tendrá la negativa de la población de Hamburgo sobre otros grandes proyectos deportivos?

La Eurocopa de 2024, a cuya sede aspira la Federación Alemana de Fútbol (DFB), entraría en este tipo de macroeventos.

"Esta señal debería ser tomada muy en serio por todo el deporte en Alemania", dijo tras el voto hamburgués el jefe interino de la DFB, Reinhard Rauball, que pidió que se investiguen las causas del rechazo.

"Cuando conozcamos los motivos exactos del no podremos considerar también los correspondientes argumentos para la candidatura de la Eurocopa de 2024 y afrontar las reservas de la población", añadió.

Rainer Koch, copresidente del ente rector del fútbol alemán, destacó que el torneo europeo tendría lugar en unas condiciones que no son comparables con las de los Juegos. "Sobre todo porque nosotros podríamos construir en muchos lugares sobre estructuras de estadios que ya existen, lo que no plantea las mismas preguntas sobre financiación", advirtió.

Alemania dispone de muchos estadios de fútbol que fueron construidos desde cero o modernizados antes del Mundial de 2006. Además, añadió Koch, la afición por el fútbol en el país es enorme. "Esta gran identificación es la base más importante cuando uno quiere postularse para organizar una Eurocopa", explicó.

El fútbol tiene en Alemania un estatus especial, admitió el presidente de la federación nacional de baloncesto, Ingo Weiss, tras el no de Hamburgo a los Juegos. "Alemania no es en realidad una nación deportiva, sino una nación futbolística", lamentó. "Estoy convencido de que si hubiéramos votado por la Eurocopa de 2024 habríamos obtenido seguro un resultado positivo".

Sin embargo, no sólo es que el fútbol sea el deporte número uno en Alemania. Entre los dos grandes eventos, Juegos y Eurocopa, hay también claras diferencias organizativas. Así, el torneo europeo no se disputa como el evento olímpico en una sola ciudad, sino en varias, advirtió Rauball.

Eso tiene consecuencias legales, ya que una candidatura a la Eurocopa no puede someterse a un referéndum como el de Hamburgo. Las consultas populares a nivel nacional no están previstas en la Constitución.

El no de Hamburgo por lo tanto no debería tener consecuencias directas sobre los planes de postularse a la Euro. Pero para otros grandes eventos deportivos, la cosa cambia.

Organizar unos Juegos Olímpicos en Alemania "dejará de ser un tema a considerar durante toda una generación", dijo el presidente de la Federación de Atletismo (DLV), Clemens Prokop.

No es el único que piensa así. "El momento para unos Juegos en Alemania todavía no está maduro", señaló el presidente de la Confederación de Deportes Olímpicos de Alemania (DOSB), Alfons Hörmann.

El jefe del canojate alemán, Thomas Konietzko, reconoció un escepticismo generalizado entre la población.

"Yo noto principalmente desconfianza hacia la autoridad", advirtió. "El debate sobre el rescate a Grecia, la discusión sobre un nuevo derecho de asilo… Tengo la impresión de que mucha gente dice: no confiamos en los de arriba".