A 3 horas y media de Pachuca, al centro de México, se encuentran las Dunas Rojas de Pacula: el ‘paraje marciano’ repleto de terracota roja.
Dunas Rojas de Pacula: un espacio cerca de Pacucha, al centro de México, cuya tierra se distingue por el color rojo de la terracota.
Dunas de terracota roja
Este año, la NASA lanzó el rover indicios biológicos que arrojen luz sobre las formas de vida —microbianas o de organismos más complejos— que habiten o hayan habitado el Planeta Rojo en algún momento de su historia natural.
Sin embargo, no es necesario salir de la estratosfera para experimentar el color vibrante de los cráteres marcianos. Por el contrario, apenas a 3 horas y media de Pachuca, en le centro de México, están las Dunas Rojas de Pacula. Por el color tan intenso de la terracota, los habitantes se refieren a este espacio casi virgen como ‘el Planeta Rojo’.
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Su ubicación y el franco desconocimiento que se tiene del espacio contribuyen a que no esté todavía muy desarrollado para el turismo. Sin embargo, ciclistas y montañistas más experimentados visitan este lugar con fines recreativos y deportivos. Quienes visitan las Dunas Rojas de Pacula prefieren pasar a comer antes en el pueblo mágico de Zimapán, el poblado limítrofe más cercano.
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Sin señal ni señalamientos
El senderismo y las visitas a los en tiempos de COVID-19. Las Dunas Rojas de Pacula, en el estado de Hidalgo, se han convertido lentamente en un sitio de interés turístico justamente por ello: alejadas de las aglomeraciones de personas y del bullicio citadino, permiten un día de campo en medio de dunas naranjas, rojas y color vino.
Como tal, el hecho de que todavía sea un espacio que conserva su belleza natural trae consigo algunos contratiempos. Los senderos que conducen a las dunas todavía no están pavimentados, conseguir señal de teléfono e internet es difícil, y la carretera no tiene señalamientos específicos para llegar hasta allá.
Estos problemas se solucionan, sin embargo, preguntando cómo llegar en el camino. Lo más recomendable es planear el viaje para ir y regresar el mismo día, ya que todavía no hay lugares para hospedarse, y dormir a la luz de las estrellas puede ser peligroso por las especies endémicas que habitan el ecosistema.
Aún así, no existe una tarifa para entrar a las Dunas Rojas de Pacula. Las personas entran y salen libremente entre los cedros y pinos que crecen de la terracota roja. A diferencia de la radiación mortal que hay en Marte, sin embargo, estos contratiempos resultan francamente sobrellevables.
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