Los diseñadores de moda son los nuevos hoteleros. Conoce hoteles creativos de diseñadores reconocidos en todo el mundo.
El Hotel Byblos Art nació de la fusión de la moda y el arte. Situado a 12 kilómetros del centro de la ciudad de Verona, Italia, en una antigua villa veneciana, este hotel es una de las creaciones más excéntricas que surgieron cuando los diseñadores de moda decidieron convertirse en hoteleros. La tendencia empezó en Italia en 1959, cuando el legendario Guido Monlinario, diseñador y socialité, abrió su hotel en Capri (hoy su hija es la diseñadora de Bleumarine). Desde entonces los grandes diseñadores han trasladado su glamour y renombre en hoteles esparcidos por los destinos más glam del orbe. En Italia, Dino Facchini, heredero al trono de Byblos, transformó una villa clásica de la zona en un hotel en el que imprimió su estilo personal saturando las paredes con arte contemporáneo, que incluían obras de Damien Hirst y Takashi Murakami. La decoración, a cargo de Alessandro Mendini, mezcla el barroco con un futurismo pop cargado de color. El sofá, en forma de labios, de Salvador Dalí; mesas diseñadas por el arquitecto Frank Lloyd Wright y el sofá de Proust, labrado a mano por el mismo Mendini, te sorprenden esparcidos por los pasillos del lugar. Cada uno de los 49 cuartos y 11 suites irradian diferentes colores del arco iris. La mezcla poco tradicional de lo nuevo y lo antiguo es lo que le da a este hotel su carácter. El restaurante Atelier ofrece una cocina igualmente creativa que toma sabores tradicionales de la región y los mezcla sin contemplaciones. El exterior del Byblos Art hotel (a partir de 449 euros, www.byblosarthotel.com) ha sido meticulosamente restaurado y los jardines son un excepcional ejemplo de estilo veneciano.
Christian Lacroix es el nombre detrás del Hotel du Petit Moulin (a partir de 190 euros www.paris-hotel-petitmoulin.com), situado en el barrio superchic parisino del Marais. En el siglo XVII fue el centro del viejo París y hoy regresa a ser el barrio más visitado por galeristas, artistas y visitantes en busca del verdadero sabor francés. El hotel, albergado en un edificio del siglo XIX que fuera una panadería, hoy es un oasis de diseño que cuenta con un bar privado, ideal para una copa de vino a media tarde. Lacroix, diseñador conocido por su humor irreverente, diseñó cada uno de los cuartos como una obra en sí misma. Ninguno se parece y cada uno tiene un tema relacionado con la historia de la cuidad y del barrio. Un cuarto es pop, el otro rococó, y el siguiente, rústico. En este hotel el diseño te invita y te provoca a conocer la urbe de otra manera. Lacroix es un diseñador que difícilmente puede ser un hotelero tradicional.
Si en realidad prefieres ir a un hotel donde la hotelería no sea tan excéntrica, pero aún buscas una opción fashion, el Hotel Palazzo Versace o el Roundtree Jamaica son dos opciones más de colaboraciones entre hoteleros y diseñadores. El Palazzo Versace (a partir de 550 dólares, wwwpalazoversace.com.au) es una oda al estilo Versace. Superornamentado y glamoroso de principio a fin con columnas doradas y mármol rosa su estilo te rodea indiscutiblemente desde tu llegada. Espacioso y elegante con cama king size extragrande y un baño con spa integrado te hacen sentir inmediatamente en el mundo de Donatella. Il Barroco, su restaurante principal, tiene un desayuno que presume ser el mejor de Australia, desde luego el bufet servido en cubertería y platos de Versace es digno de un rey. La piscina es otra de esas piezas que dan de qué hablar. Tiene sillas inflables flotantes y semeja una enorme y lujosa pecera. Todo en el Palazzo es Versace: ropa de cama, muebles, vasos, toallas, cojines y todos los accesorios. No se te ocurra llevarte un pequeño recuerdo del hotel sin consultar, cualquier objeto aparecerá en tu cuenta con un mínimo de 300 dólares (por ejemplo, la bata de baño).
En 1992 Ralph Lauren redecoró el Round Hill en Jamaica (desde 490, www.roundhilljamaica.com) siguiendo la línea de diseño clásico norteamericano logró un hotel con aire fresco y lujosamente despreocupado. Situado en un lugar de naturaleza privilegiada con vistas al Caribe, Ralph Lauren uso el blanco para contrastarlo con el verde tropical. Los cuartos y los búngalos están decorados con las telas y la estética del lujoso northeast, azul, rojo, en diferentes tonalidades se mezclan con los muebles de madera oscura y las paredes blancas. Es un resort en donde el modisto no sólo decoró sino remodeló los espacios para darle un aire de privacidad a cada una de las habitaciones.
Chanel, Dona Karan, Armani, Fendi y hasta Camper no se han quedado atrás en esta tendencia internacional. Cada año abren más hoteles fashion. Sin embargo, estos cuatro seguirán siendo indiscutibles precursores de una tendencia que nos hace cada vez más conscientes del poder de viajar con estilo.