Todavía existen lugares en los que la presencia humana no es la mayoría: hay islas habitadas por animales que debes de conocer.
Parajes abandonados en el archipiélago indonesio, islas perdidas al sur de Japón, o playas cubiertas de arena en las Bahamas. Todos estos lugares comparten un elemento común: en lugar de estar pobladas mayoritariamente por seres humanos, son puntos turísticos con especies salvajes como anfitriones. Presentamos algunas islas habitadas por animales imperdibles en los rincones más escondidos del mundo.
Cayo Big Mayor
Ubicada en el distrito de Exuma, en las Bahamas, ésta es una cuidad habitada por animales que disfrutan de nadar durante el día y comer manzanas al caer la tarde. En Cayo Big Mayor sólo viven cerdos salvajes. Cuenta la leyenda que estos animales fueron traídos por unos marineros, con la intención de comérselos en su viaje de regreso.
Sin embargo, los seres humanos en esa embarcación no sobrevivieron. Se piensa que los cerdos lograron vivir, al menos inicialmente, de los restos de comida en el barco. Eventualmente, se acostumbraron al calor tropical e hicieron de la isla un hogar. Al día de hoy, éste es un punto turístico en el que las personas pueden convivir con los cerdos silvestres entre las olas.
Assateague
Cercada por las olas y peinada por la brisa del mar, esta isla en Estados Unidos está habitada únicamente por caballos. Descendientes de animales de carga, casi un millar de ejemplares fueron liberados para vivir en las praderas de Assateague.
Estos animales están acostumbrados al calor abrasador durante el día y a las tormentas veraniegas. Desde una distancia prudente, los visitantes pueden admirar el vigor de estos animales, que siguen viviendo por su cuenta a pesar de las ventiscas y las moscas.
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Ilha de Queimada Grande
A poco más de 30 kilómetros de la costa paulista en Brasil, se encuentra la Isla de las Cobras en el Océano Atlántico: un paraíso habitado únicamente por animales venenosos. Sobre la arena, un cartel advierte a los navegantes que está prohibido desembarcar allí: según dicen, es el lugar más peligroso del mundo, y el acceso humano está prohibido por el gobierno.
Sobre la superficie de la isla, habita la Bothrops insularis: una especie de serpiente endémica que puede medir hasta 70 centímetros de largo. Se identifica por su color marrón-amarillento y, de acuerdo con los cálculos más conservadores, se estima que existen hasta un ejemplar por metro cuadrado.
Komodo
En Komodo hay dragones. No, no escupen fuego ni pueden volar, pero sí tienen escamas y disfrutan de bañarse en las aguas saladas de Sonda.
Con aproximadamente 90 kilos y 3 metros de largo, estos son los lagartos más grandes del mundo. Han poblado Indonesia dese hace 900 mil años, y dominaron la Isla de Komodo para no abandonarla jamás. Como son animales agresivos, no se permite el paso del turismo internacional, a pesar de que la isla cuenta con 2 mil habitantes. En la actualidad, sólo se puede acceder con un permiso especial de investigación.
Aoshima
En una isla remota del sur de Japón, un arsenal de gatos salvajes han tomado las calles. Aoshima es una de las ciudades habitadas por animales más visitadas en el mundo, ya que la atracción turística principal es dar de comer a los gatitos callejeros. A 30 minutos en ferry de la costa de la Prefectura de Ehime, los 20 pobladores subsisten hoy en día gracias a las visitas en temporada alta.
Originalmente, Aoshima era un pueblo pesquero. A mediados del siglo XX, una plaga importante de roedores azotó la isla. Por esta razón, se introdujeron algunos felinos domésticos para ayudar a los seres humanos a terminar con las ratas. Los pobladores nunca se imaginaron que, un par de años más tarde, estos animales se reproducirían exponencialmente hasta apropiarse del lugar.
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